Uno de los proyectos más complejos y esperados de la ciudad está a punto de comenzar. La empresa Udisa, que lidera la sociedad concesionaria para la construcción y explotación comercial del muelle 1 del Puerto, iniciará los trabajos a finales de este mes de mayo. Significará el comienzo de una obra de ingeniería muy ambiciosa, pero también la posibilidad de integrar en la ciudad una nueva zona de ocio y de equipamientos.

El inicio de los trabajos por parte de Udisa ya no tiene vuelta atrás. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha concedido la licencia para las obras de infraestructuras necesarias y en pocas semanas empezarán a llegar las primeras máquinas al Puerto. El presidente de Udisa, José Joaquín Erroz Lecumberri, subrayó que las primeras actuaciones se centrarán en las demoliciones de las naves que ocupan parte del muelle 1 y el cambio de las tuberías de infraestructuras, lo que prepara el terreno para la construcción del aparcamiento subterráneo, con casi mil plazas.

El desarrollo de las obras tendrá una duración de dos años, aproximadamente, aunque la mayor parte se centrará en la construcción de este aparcamiento con tres plantas bajo tierra. Erroz Lecumberri afirmó que al menos dieciocho meses se dedicarán a esta infraestructura, muy compleja técnicamente al tener que anclar los muros-pantalla a una profundidad aproximada de 15 metros, descendiendo varios metros bajo el nivel del mar y perforando terreno de pizarra, muy sólido.

Los trabajos previos de infraestructura se ejecutarán de forma paralela a que la concesionaria de la obra presente los proyectos de arquitectura definitivos a Urbanismo y se tramita la licencia comercial.

Rediseño. Udisa ha contratado al arquitecto británico Chapman Taylor, especialista en el diseño de zonas comerciales, para que colabore con los arquitectos Pau Soler Serratosa y Miguel Ángel Rodríguez, autores del proyecto actual para remodelar el muelle 1.

Soler Serratosa explicó que llevan ya dos meses trabajando de forma conjunta con la idea de plantear una imagen más atractiva al futuro usuario. "No va a haber un cambio de superficie comercial o de alturas, que estaban muy especificadas en el contrato, sino una adaptación que permita espacios más variados", recalca Pau Soler, quien indica que están en pleno proceso para concebir los edificios.

El objetivo de este trabajo es conseguir que los edificios no tengan líneas tan rectas y esquemáticas, que es como estaban pensados en el proyecto inicial. El arquitecto Pau Soler explica que la concepción original era "una fachada quebrada, mientras que ahora se han redondeado las formas porque en temas comerciales es más eficaz y más atractivo para el futuro cliente".

La mejor decoración de todo el entorno del muelle 1 tiene en la pérgola uno de sus aspectos más destacados. Inicialmente planteada por Pau Soler y Miguel Ángel Rodríguez como cuatro estructuras iguales confeccionadas con maromas de barco, a la hora de hacer el proyecto definitivo se ha optado por un diseño "más rico y que no aburra pasear por ahí, debido a que el muelle tiene un kilómetro de largo". Juegos por maderas, telas y las propias maromas (elementos todos de claras referencias marineras) ofrecerán una mayor variedad y puntos de referencia al visitantes.

La escalera de acceso junto a la esquina con el muelle 2 se traslada un poco más hacia la confluencia de los dos muelles, con una estructura mucho más amplia "casi como una plaza", indica el arquitecto. Además, el hito del centro cultural de esa zona tendrá un gran lucernario hacia el interior, así como el acceso por ascensor y la escalera de entrada al aparcamiento.