Ahora sólo hay una pequeña muestra al aire. Es una de las catas que se han realizado en la fachada del número 4 de la plaza de los Mártires. Pero en ese pequeño cuadrado se aprecia la riqueza de la decoración mural que tiene ese edificio. Es una muestra más de la riqueza ornamental que adorna los edificios del siglo XVIII de la ciudad.

El estudio realizado por la empresa Tarma en marzo de este año revela que bajo la actual fachada de este edificio, aparentemente austera, se esconde una decoración que imita elementos arquitectónicos y que data de mitad del siglo XVIII. Estos elementos ornamentales son similares a los existentes en el exterior de otros inmuebles de la misma época de la ciudad, como es el caso de San Felipe Neri o las viviendas seriadas de la calle Hinestrosa.

Estas pinturas sirven para dar realce a una fachada muy sencilla en elementos propios, ya que sólo tiene un balcón en las dos primeras plantas y dos ventanas en la tercera. Así, el trabajo de Tarma ha descubierto que hay unas pinturas de pilastras laterales que recorren la fachada de arriba a abajo, enmarcando el edificio.

Alrededor de los balcones se ha pintado unas molduras que podrían estar rematadas con la representación de un frontón en la parte superior de estos huecos. Incluso podría haber guirnaldas o lazos pintados bajo el alfeizar de las ventanas.

Un elemento curioso de la decoración es que las principales líneas del dibujo están marcadas con incisiones, lo que facilitó en su época unas guías para aplicar los colores. Por cierto, que los tonos principales son el tierra y el siena, que es como un castaño más oscuro.

El estado de conservación general de las pinturas no es muy bueno. Llega a ser aceptable en algunas zonas, aunque hay partes en mala situación. Entre los problemas detectados por Tarma se encuentran fisuras, grietas, separaciones de la pintura respecto el muro y pérdidas de revestimiento y de color.

La Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro está tramitando el expediente de recuperación de este inmueble, que permitirá sacar a la luz estos dibujos, que se conservan en un 90%.

Entre las actuaciones propuestas por Tarma se encuentra la eliminación de la pintura posterior que la tapa, eliminar el cemento aplicado de forma inadecuada, consolidar la fachada original y limpiar las pinturas. Eso permitirá consolidar el color y restituir el revestimiento, para aplicar una protección contra la lluvia.