El que fuera obispo de Málaga durante las décadas de los 50 y 60, Emilio Benavent Escuín, falleció ayer en Málaga a la edad de 93 años tras una larga enfermedad. Benavent fue obispo en Málaga desde el año 1955 -cuando fue nombrado por el papa Pío XII como auxiliar de Ángel Herrera Oria- hasta el año 1967, situándose posteriormente al frente de la diócesis hasta 1970.

El funeral por Benavent se celebrará hoy a las 12 horas en la Catedral. A continuación será enterrado en la parroquia de San Patricio, en Huelin, de la que fue párroco y donde reposan los restos de su madre.

Según la información facilitada por el Obispado de Málaga, Benavent nació en Valencia, el 10 de abril de 1914, y cursó Magisterio y Filosofía y Letras. Acabada la Guerra Civil pasó a la Universidad de Comillas donde terminó la carrera eclesiástica y se doctoró en Teología, ordenándose en julio de 1943. Se incorporó a la Diócesis de Málaga tras haber trabado honda amistad durante su época de estudios con los también sacerdotes Francisco Carrillo y Francisco Acevedo.

El fallecido comenzó como coadjutor en la parroquia de Santiago de Málaga y como capellán de aviación, aunque también trabajó como profesor en el Instituto de Segunda Enseñanza. En 1946 fue nombrado canónigo de la Catedral y profesor de Teología, Patrología y Arte Sacro en el Seminario Diocesano, además de consiliario de la Juventud de Acción Católica.

En 1951 pasó a la parroquia de San Patricio, en Huelin, contribuyendo a la edificación de la actual iglesia y organizando allí también una residencia sacerdotal. En 1954 fue nombrado obispo auxiliar de Ángel Herrera Oria para la diócesis de Málaga, siendo consagrado el 13 de febrero de 1955. Desde entonces fue vicario general y rector del seminario diocesano. Benavent destacó por su tarea de apoyo a las escuelas rurales fundadas por Herrera Oria.

En 1960 fue designado obispo coadjutor de Málaga en una etapa en la que se inauguraron templos tan populares como la iglesia de Fátima, San Gabriel en la Malagueta, el nuevo convento cisterciense de la Encarnación en El Atabal o San Lázaro. Además, puso la primera piedra de la que sería la parroquia de Stella Maris, en la Alameda, y de Santa Rosa de Lima, junto a Carlos Haya.

Benavent, que asistió al Concilio Vaticano II, fue nombrado en 1966 administrador apostólico de la Diócesis de Málaga, al dimitir en esa fecha Herrera Oria. En 1967 pasó a ser el obispo titular yen 1968 fue designado además arzobispo coadjutor de Granada, para ayudar al titular de la misma.

Desde su jubilación a finales de los 70, Benavent residió en Málaga, ayudando a la parroquia de San Gabriel. Vivía en una casa situada en la Cañada de los Ingleses.