Sergio Paulo Barbosa Valente ´Duda´, ya está en Málaga dispuesto a comenzar sus vacaciones justo a una semana de arrancar el curso malaguista. El astro luso ha disfrutado casi de puntillas su primer y puede que único Mundial. Ha disputado dos partidos en la cita mundialista, pero no pudo ayudar a Portugal en la debacle ante España por una inoportuna lesión. Su selección lo echó de menos, pero más lo lamentó él desde la grada en Ciudad del Cabo.

Ahora el portugués llega con la mochila llena de anécdotas de Sudáfrica, pero también desembarca en la Costa del Sol lesionado –bastante dolorido del pubis, una lesión que exige reposo– y con su caché más elevado que nunca tras su presencia entre los mejores del mundo.

Duda, que llegó a Europa el pasado jueves casi de madrugada, pasó ayer un reconocimiento médico en la Clínica Rincón de los bajos de La Rosaleda. Ahora espera comenzar unas merecidas vacaciones de casi un mes en su casa de Rincón de la Victoria.

El luso reaparecerá en la segunda concentración de Benahavís, pero no es ése el problema que envuelve a la llegada del malaguista. Y es que uno de los baluartes del equipo de las dos últimas campañas ha recogido un cupo de ofertas para ser la estrella el próximo curso lejos de Martiricos.

Su magnífica actuación en el Málaga la temporada pasada –fue uno de los pilares en los que se apoyó Muñiz para conseguir la salvación– no ha pasado inadvertida en varios clubes europeos.

Y es que el luso tiene una insistente oferta del Besiktas turco. Su nuevo técnico, Bernd Schuster, quiere hacerse con los servicios del jugador luso. Quiere convertirlo en la cabeza visible del nuevo proyecto en tierras turcas. Pero no es la única oferta que Duda tiene sobre la mesa. Otros dos equipos españoles suspiran por hacerse con sus servicios. E incluso uno de los grandes equipos de Portugal también lo quiere para la próxima temporada. Además, tiene una cláusula de 10 millones y la mitad de su venta sería repartida con el Sevilla.

Pero por ahora han pinchado en hueso. El centrocampista ha jurado amor eterno al Málaga. Lo hizo el pasado curso, cuando renunció a gran parte de su salario por abandonar el Sevilla y para volver a Martiricos. Y lo ha repetido cada vez que una importante oferta ha llamado a su puerta. Que Duda quiere seguir en Málaga lo saben hasta las vuvuzelas de Sudáfrica. Pero también aguarda un reconocimiento.

El ´Pichichi´ del pasado curso –sus goles en San Mamés y en La Rosaleda ante el Real Madrid fueron más de media salvación–, tiene un contrato de tres temporadas más una opcional dependiendo del cupo de partidos disputados hasta entonces. Sin embargo, el club, ante el compromiso demostrado y la calidad atesorada, le anunció a Duda que el cuarto año quedaría ampliado automáticamente sin necesidad de alcanzar los 75 partidos establecidos para hacerlo. Una recompensa que también retocaría los emolumentos del goleador.

Ahora, con la llegada de la nueva dirección del club, el acuerdo ha caído en el olvido, pero el reconocimiento a uno de los mejores jugadores de la pasada temporada se antoja casi necesario para evitar cualquier posible salida al Besiktas, al norte de España o a su país natal.