De los 23 jugadores de la primera plantilla malaguista que mañana lunes viajarán a Benahavís, uno nunca ha debutado con el primer equipo, pese a que cumple su segunda temporada con ficha del primer equipo. Es Jordi Pablo, que espera convertirse en el ´primer fichaje´ malaguista del nuevo Málaga de Abdullah Bin Nasser Al-Thani.

Y es que a falta de caras nuevas, la de Jordi Pablo es una de las primeras y destacadas novedad de la pretemporada. Son pocos los que lo han visto jugar y su presencia es un soplo de aire fresco en el conjunto malaguista.

El castellonense regresó ayer a Málaga con la mochila cargada de ilusión. «Con muchas no, vengo con muchísimas ganas. Después de un año en blanco espero que este año vaya mucho mejor. Personalmente espero mucho de esta temporada. Después de una mala tiene que venir una buena, y ésta lo será», afirma el centrocampista malaguista.

El fino interior diestro que llegó del Villarreal el verano pasado se lesionó a los pocos días de comenzar la pretemporada. Fue en un amistoso de verano ante el Levante, que le mantuvo en el dique seco el resto del curso. «La lesión ya está olvidada. Me quiero olvidar de todo eso. Es un año nuevo y a empezar de cero. Y a trabajar duro para hacerme un hueco en la plantilla».

El de Vinaroz creó, sin querer, uno de los problemas en la confección de la plantilla. Suplir su baja se convirtió en toda una necesidad, ya que Valdo no terminaba de explotar. Pese a que el club sondeó el mercado invernal, nadie llegó para ocupar el puesto de interior diestro, lo que le abrió una pequeña puerta de esperanza al que prometía ser el sustituto de Cazorla en el Villarreal. «El peor momento fue no poder jugar lo que quedaba de temporada. Las circunstancias del equipo eran las que eran y no se podía jugar. Eso me fastidió. Tenía la ilusión de jugar al menos algún ratillo. Yo estaba bien y recuperado. Impotencia no era, eran ganas de ayudar al equipo y de sacarlo de ahí», afirma.

Ahora el jugador comienza una nueva etapa. No quiere mirar atrás y no teme que le cuelguen el cartel de ser el ´primer fichaje´ malaguista. «Yo fiché el año pasado pero la gente no me ha visto jugar. Entre comillas, pues sí lo soy».

Por ahora será uno de los jugadores que tendrá que ganarse el derecho a continuar en la plantilla. Jesualdo Ferreira no ha podido verlo en acción, ya que el curso pasado no pudo jugar como malaguista, pero le concede el beneficio de la duda en estos primeros días en Benahavís. «A mí nadie me ha dicho nada sobre mi futuro. Sólo me han dicho que mañana tengo que estar ahí. Firmé cuatro años por el Málaga y ya está. No hay ningún problema por mi parte», afirma convencido.

«Del entrenador sé que estuvo en el Oporto y que tiene un gran palmarés. Seguro que es un grandísimo entrenador», opinó sobre el que será su nuevo jefe a partir de mañana lunes.

Jordi Pablo llegó el curso pasado con un buen cartel. Era uno de los jugadores más prometedores de la cantera española. Es más, ha sido el capitán del combinado nacional en las categorías inferiores de la selección.

Ahora, a sus 20 años, el joven malaguista espera que el año perdido sólo sea un año de experiencia. Una mueca más en el revolver para afrontar una carrera prometedora que puede empezar a despegar en el Málaga este mismo curso. «Yo voy a empezar de cero y a ganarme el sitio desde el primer momento. Lo del año pasado está totalmente olvidado», asegura Jordi Pablo, que tiene unas ganas tremendas de comenzar el curso para volver a sentirse uno más del grupo.