Juanmi, el joven delantero coineño, que hace sólo unos meses estaba aún en edad juvenil, resolvió el segundo encuentro de la pretemporada a favor del Málaga CF y frente a un correoso Estepona, cuando sólo restaban tres minutos para el final del encuentro.

Juanmi, de esta manera, se desquitó del error que tuvo en una ocasión anterior, a bocajarro por dos veces, en la que no vio puerta tras un magnífico centro de Jesús Gámez, después de un no menos espléndido pase de Portillo.

Es el primer triunfo malaguista en la presente pretemporada. Pero, lejos de los resultados, que no es lo fundamental en estos momentos, el bloque albiceleste muestra muchos detalles de calidad en cada una de las líneas.

Jesualdo Ferreira es amante de la plasticidad, del juego exquisito, del llamado tiqui-taca. Y, salvando las distancias con ´La Roja´, es lo que quiere implantar en este nuevo Málaga CF, como se vio ayer sobre el verde de Benahavís.

Independientemente de los sistemas de juego que utilice en función del rival o de las circunstancias del encuentro, para el técnico portugués resulta primordial la posesión del balón, el toque hasta aburrir al contrario. Es una apuesta personal, una filosofía de fútbol. Todo ello, aderezado con el sacrificio de los centrocampistas encargados de manejar el ´tempo´. Ayer situó en el mediocampo a cuatro auténticos técnicos en la materia: Jordi Pablo, que se alternó en las bandas con David González, si bien siempre faltaba un extremo –Jesualdo quiso hacer daño por el interior, con la acumulación de jugadores–, David González, que formaba tándem por delante de la zaga con Fernando –también se escoraba a las alas– y Benachour, que comenzó junto a Fernando pero luego se incrustó en el área cuando vio la ocasión. En una de ellas, se metió en fuera de juego tras un centro de David González, cuya movilidad fue una pesadilla para el contrario. Arriba, el dúo atacante que ya estuvo a las órdenes de Jesualdo Ferreira en el Sporting de Braga: Baha y Edinho.

Seis jugadores repitieron en el once respecto al encuentro ante el Atlético Malagueño: Arnau, Iván, Hélder, David González, Fernando y Baha. Y ningún fichaje entre los titulares: Malagueño, Sandro Silva y Rondón estaban en el banquillo, y Eliseu era baja por precaución por una sobrecarga.

Con una defensa muy adelantada, el Málaga CF arrinconó al cuadro esteponero. Toque y más toque hasta hallar la ocasión idónea, que no apareció en la primera mitad.

Una conexión Benachour-Baha, con fuera de juego del franco-marroquí y un remate acrobático de Edinho –fuera– a centro de Manolo Gaspar, amén del centro citado de David González a Benachour fueron las notas positivas en ataque. Edinho también dio un gran pase a Baha, pero éste volvió a quedarse en ´out side´. En el lado negativo, la lesión del esteponero Jonathan, al que Iván González le rompió una ceja de un codazo cuando sólo se llevaban dos minutos de juego. El extremo izquierdo necesitó la asistencia de Juan Carlos Pérez Frías, y se retiró del campo ante la necesidad de aplicarles puntos de sutura.

Debut de tres fichajes

Si a Eliseu le había tocado estrenarse en esta nueva etapa ante el filial malaguista, ayer le correspondió debutar a los otros tres refuerzos que van hasta la fecha: Rondón y, poco después, Malagueño y Sandro Silva.

Jesualdo, que había apostado de inicio por un once muy ofensivo, continuó con el planteamiento vertical en la segunda parte, pero cambió el dibujo táctico por un claro 4-3-3, con Juanmi, Rondón y Portillo en ataque. A falta de media hora, con la entrada de Sandro Silva –además de Malagueño–, el brasileño se vio acompañado en la medular por Toribio, algo más atrasado, y por Edu Ramos.

El Estepona apenas llegaba arriba. Eso sí, en los últimos tramos del primer periodo dio sensación de peligro en un par de acciones consecutivas, en las que Pedro remató con la zurda, pero el balón se marchó fuera por poco, y cuando un magnífico pase de José –hijo del extremo izquierdo Jose, el del 6-2 al Real Madrid– rompió el fuera de juego, con pase al propio Pedro, que despejó Iván, muy atento al corte. También hubo otra oportunidad, pero el hijo del técnico del Estepona, José Luis Burgueña –Xabier Burgueña–, cometió su único error al optar por la jugada individual, y desaprovechó una gran ocasión tras una pérdida de balón de Jordi Pablo. Fue Fernando el que solventó la acción. Jesualdo Ferreira se quedó, tras el pitido final, corrigiendo los errores a Arnau y Hélder por algunos de estos errores atrás.

La segunda parte, con un carrusel de cambios por parte de ambos equipos, fue de más de contención por parte del bloque esteponero. Sólo faltaba el gol.

Un zurdazo muy desviado de Baha, una doble ocasión inmejorable de Juanmi, un derechazo de Rondón, en un balón suelto, y un zurdazo de Manu fueron la antesala del gol, el aviso de que el Málaga tenía que llevarse el triunfo por méritos contraídos.

Y el fútbol premió al conjunto malagueño, que ofreció una buena imagen. Disciplina táctica, mucha movilidad y versatilidad en el centro del campo y delanteros como puñales. Sólo faltó algo más de profundidad. Excelente declaración de intenciones, aunque fuera contra un Segunda B con la plantilla incompleta.