Primera victoria del nuevo Málaga. No son tres puntos, es cierto, pero sabe igualmente bien. El equipo de Jesualdo Ferreira, con su fútbol de toque, se ha impuesto al Estepona por 1-0 gracias a un tanto del canterano Juanmi en el minuto 86.

Era el primer partido ´serio´ de los de Martiricos, si bien muchos de los teóricos titulares no jugaron. La cuestión es que el cambio que le ha dado Jesualdo al juego malaguista ha sido radical. Lejos de buscar balones largos desde la defensa, los futbolistas tocan y tocan el balón. Dominan el tiempo del juego y esperan a que aparezca el hueco para enfilar el marco rival. Eso sí, éste último paso todavía no llega con la precisión que debería. Nada que objetar. Hay tiempo para pulir detalles.

Con un tridente formado por Edinho, Baha y Jordi Pablo en ataque comenzó el Málaga el choque frente a los de Burgueña. Y, salvo un susto en el primer minuto y las embestidas esteponeras a la contra, el cuero fue para el Málaga. Ya llevaba Ferreira tiempo anunciándolo. Que si querían ganar tendría que ser con la pelota.

Y el Málaga tocaba, tocaba y tocaba. Pero no llegaba. En la línea de tres cuartos, ese último pase no encontró dueño. Los esteponeros, agazapados atrás, salían con mucha verticalidad a la contra. Donde encontraron la ayuda de una zaga algo despistada, y más centrada en subir al ataque que en cubrirse las espaldas.

Suerte que Arnau estuvo atento a la hora de parar, por dos veces, un mano a mano rival, acción que fue especialmente aplaudida entre el público de Benahavís. Pero que vino precedida de un error colectivo atrás que dejó a tres ´rojos´ con la portería delante. Obviamente es muy pronto para pedir excelencias, pero más vale tener cuidado en el futuro.

Premio

Tras el descanso, todo el mundo esperaba la aparición de los fichajes que hasta ahora ha incorporado Jesualdo Ferreira a su equipo. José Rondón entró en el descanso en el puesto de ´9´, mientras que Malagueño y Sandro Silva lo hicieron en el minuto 63. Eliseu, con molestias, no llegó a jugar.

Pero la segunda mitad tuvo un protagonista con nombre propio: Juanmi. El joven canterano fue un auténtico incordio en la punta derecha del ataque. Se movió como el que más, presionó a los rivales y creó el poco peligro que llevaron los albicelestes –hoy de morado- a la puerta rival. Su empuje, unido a la intensidad que Rondón y Jesús Gámez –entró en el descanso por Manolo- pusieron sobre el césped terminaron por decantar la balanza para los de Martiricos.

Eso sí, el gol se hizo esperar. Después de un disparo de Manu Torres despejado por Ávila a córner, Edu Ramos se dispuso a sacar y Juanmi, considerablemente más bajo que los zagueros rojos, se elevó para cabecear a gol. Corría el minuto 86. Más malagueña no pudo ser la conexión.

Antes, Rondón estuvo a punto de cazar un balón aéreo y el propio Juanmi falló ante el portero (56´). El Málaga, con mucho toque y paciencia, aunque poco peligroso, consiguió su primera victoria de la pretemporada ante un Estepona muy disciplinado, pero que se vio superado en la segunda parte.