Manuel Pellegrini Ripamonti (Santiago de Chile, 16 de septiembre de 1953) es, además de entrenador, ex jugador de fútbol, y padre de familia ­–tiene tres hijos y su mujer vive en Chile– licenciado en Ingeniería Civil por la Pontificia Universidad Católica de este país sudamericano. Es por ello que le llaman ´Ingeniero´. Es, lo que suele decirse, un rara avis del mundo del fútbol, un hombre culto y un hombre de honor.

Como muestra: un botón. En la temporada 2007/08, cuando el Villarreal había sido subcampeón de la Liga tras el Real Madrid, el PSV Eindhoven holandés le hizo una oferta para que supliera a Ronald Koeman en el banquillo, ya que iba a fichar por el Valencia. Pellegrini rechazó la oferta para no dejar tirado al equipo villarrealense.

Es un amante de la cultura en mayúscula: pintura, escultura, libros... Suele llevar siempre un libro en cada desplazamiento del equipo, y lee tres o cuatro en paralelo. Y en Málaga, la tierra de Pablo Picasso, disfrutará viendo exposiciones, porque le encantan los museos. También es un políglota. Domina el inglés, pero también habla francés, italiano, alemán, etc.

Entre sus aficiones preferidas, se encuentra, a su vez, el golf. Siendo entrenador del Real Madrid, se desplazaba a veces hasta Castellón para practicarlo en el Club de Campo del Mediterráneo.

Es un apasionado de los proyectos a largo plazo. Dialoga mucho con los jugadores, a los que trata de usted. Le gusta mantener la distancia con ellos y con los medios de comunicación. Nunca olvidará una entrevista ni se negará a contestar una pregunta, pero si tiene que negar la evidencia para proteger el vestuario, lo hará. Código de vestuario. Se nota que fue jugador antes que entrenador. Siempre da las charlas dentro del vestuario. Los trapos sucios se lavan ´en casa´.

No sólo es un estudioso de los sistemas de juego y de la táctica y la técnica en el fútbol, sino también de otros aspectos fundamentales, como los nutricionales y los médicos, que controla de forma sorprendente. De hecho, médico es su profesión frustrada y, como no pudo estudiar la carrera, se decantó por ingeniería. «La medicina es la profesión más emocionante», ha llegado a decir. Llegó a ejercer de ingeniero en una empresa constructora. Hizo algunos edificios, pero siempre de forma muy controlada para que no le quitara mucho de su carrera de jugador.

Un deseo confeso de él es que le encantaría entrenar en la Premier League. De hecho, estuvo a punto de hacerlo en más de una ocasión. Una vez, el Liverpool le hizo una oferta, pero él la desestimó.

Suele ser estricto y metódico en cuanto a horarios, ejercicios, etcétera. Y le saca un gran partido a la cantera. Ahí están numerosos ejemplos en la hemeroteca: Bruno, Cazorla, Arzo, Font, Marquitos, todos ellos en el Villarreal. En el Real Madrid no le dejaron trabajar o hacer progresar a jugadores procedentes de las categorías inferiores.

Cuando era entrenador del Villarreal, se interesó por dos jugadores del Málaga CF: Apoño y Albert Luque, que continúan en la plantilla y a los que querrá recuperar para ´la causa´.

Pellegrini confía mucho en sus ayudantes, tanto en Rubén Cousillas, su segundo, como en José Cabello, preparador físico.

Tiene fama de introvertido. Y poco ego exterior. Rara vez sonríe. Le gusta manejar sus emociones, algo que no hizo hasta los 20 años. Es un ganador nato.