Sergio Sánchez llegó sobre las 16.00 horas a la Clínica Rincón situada en los bajos de La Rosaleda. Sobre su reconocimiento médico había levantada mucha expectación ya que la importante operación de corazón a la que fue sometido hace algo más de un año había arrojado serias dudas sobre su fichaje. Pero ya en Málaga, el zaguero catalán disipó todas las dudas sobre su puesta a punto como futbolista y como futuro jugador del Málaga.

El lateral derecho recién llegado del Sevilla solventó sin ningún problema las pruebas médicas a las que fue sometido. No fue un procedimiento demasiado alejado de lo habitual, de lo que suelen superar el resto de fichajes.

Pero evidentemente el Málaga quería hacer hincapié en las pruebas cardiológicas. Con todo, el primer examen que superó Sergio Sánchez fue una habitual analítica y recogida de muestras de orina rutinarias.

Posteriormente, el defensa pasó por la sala de rayos. La resonancia magnética también fue satisfactoria y no reveló ningún contratiempo. Tras ello se sometió a un electrocardiograma, donde se estudió más a fondo cualquier problema del corazón.

Un electrocardiograma es la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón. Para ello, el jugador no realizó ninguna actividad física, pero es el instrumento principal para calibrar cualquier anomalía cardíaca. También es útil para saber la duración del ciclo cardíaco. Y, sobre todo, son pruebas que se conocen al momento.

Sin embargo, los servicios médicos del club ya contaban con información suficiente sobre el corazón de Sergio Sánchez. Los galenos han recibido información de los servicios médicos del Sevilla y también han estado en contacto con los doctores que intervinieron a Sergio Sánchez en Alemania a comienzos del año 2010. Así, el margen de error es menor.

Con todo, la exploración del doctor Juan Carlos Pérez Frías, jefe de los servicios médicos del club, acabó cerrando uno de las revisiones médicas más mediáticas del Málaga en los últimos años. Ahora Sergio Sánchez tendrá que demostrar sobre el campo que es un jugador en óptimas condiciones para competir. Su rival directo será Jesús Gámez, pero su gran polivalencia también puede ser una baza a explotar por Manuel Pellegrini en el futuro. Y tras las revisiones médicas a las que fue sometido, la sombra de sus problemas cardíacos debería disiparse de una vez por todas en el malaguismo.