Manuel Pellegrini comienza a aplicar, aunque con cuentagotas, sus primeros conceptos tácticos durante la pretemporada. Ayer, tras una nueva paliza física en la única sesión del día (los jugadores tuvieron descanso durante la tarde para jugar al ping pong, futbolín, golf, tenis o pádel) dispuso un partidillo de once contra once en campo reducido.

Fue el segundo partidillo de la estadía (ambos, en una parte del entrenamiento cerrada a la prensa), pero esta vez más diligente a la hora de interrumpir el juego y establecer sus pautas tácticas sobre el terreno de juego.

La calidad que muestran los jugadores es impresionante en algunas acciones combinativas a uno o dos toques, a pesar de que todavía el equipo albiceleste no tiene el ritmo de juego adecuado a la competición. Lo ideal es que el bloque esté a punto para el 20 de agosto, una vez que disputen la casi decena de encuentros programados.

Pellegrini hizo especial hincapié ayer en corregir a los defensas centrales, señalándoles cómo deben ubicarse y, sobre todo, salir con el balón controlado. La transición defensa-ataque es fundamental para lograr un mayor rendimiento y, a su vez, para evitar fisuras en la zona defensiva que pueden ser letales en un partido.

El Málaga CF jugará su primer choque amistoso contra la UD Pilar de Horadada de Regional Preferente el próximo sábado, último día de la estadía y asimismo el de la partida, a partir de las 11.00 horas en el campo de fútbol número 1 (el más cercano al Hotel Deportivo).

El entrenador del equipo alicantino, Antonio Pedreño, que anteayer acudió al Hotel Golf Campoamor para ver in situ el entrenamiento, destacó que el Horadada llego a medirse al Deportivo de Bebeto, Mauro Silva o Fran hace casi una década, cuando estaba en Segunda B (1-1 en casa y 7-0 en Riazor).

Pedreño se enfrentó al Málaga CF cuando militaba en la categoría de bronce y él dirigía al Mar Menor en un partido con tres expulsados del cuadro murciano.

Hace 3 ó 4 años, el Horadada recibió 300.000 euros al renunciar a la plaza en Tercera División en favor de un filial del Villarreal. Y es que es el equipo del último pueblo alicantino, muy alejado de Castellón (están en el grupo valenciano), algo que no les compensa económicamente.

Sus mejores jugadores son Nacho Jaral (mediocentro salido de la cantera del Real Madrid) y otros que proceden del Hércules, como Abraham y Josan, así como los defensas Carmona, Rubén Pastor y Andrés. «Somos un equipo de fútbol, no de patadas. Y por eso nos medimos a todos los que se alojan en Campoamor, sobre todo rusos».

Circuito intenso

La mayor parte de la sesión de ayer consistió en un circuito intenso de estaciones cortasy explosivas, con algún elemento técnico: remates a portería tras sortear obstáculos.