Manuel Pellegrini trata a sus jugadores con la máxima educación (incluso les habla de usted), el máximo respeto y siempre lava los trapos sucios dentro del vestuario. Pero, al mismo tiempo, exige a los integrantes de la plantilla un cumplimiento de las directrices acorde a un equipo de primer nivel. No consiente faltas de puntualidad, como es lógico.

Ayer, en la primera sesión, la de las ocho de la mañana, los jugadores estaban citados, como suele ser habitual cuando hay triple sesión diaria, a las 7.50 horas para la charla del técnico, previa al inicio de los ejercicios.

Sin embargo, Van Nistelrooy, Duda y Kris llegaron a las 8.04, es decir, con catorce minutos de retraso sobre el horario previsto y cuatro sobre el comienzo del entrenamiento. Los tres futbolistas llegaron en un carrito de golf.

Cuando se aproximaban al grueso de la plantilla, Manuel Pellegrini fue muy explícito con sus palabras: «Váyanse, que llegaron tarde». El chileno, incluso realizó gestos significativos con las manos.

El centrocampista portugués dio un paso adelante para explicar la situación, pero el técnico fue tajante y comentó: «Ustedes saben perfectamente que éste era el campo del entreno». Y ahí acabó la conversación.

Van Nistelrooy, Duda y Kris se quedaron sin participar en la primera sesión de entrenamientos del día y regresaron al Hotel Deportivo en el mismo carrito de golf en el que habían llegado.

Duda alegó que sufre un golpe en el gemelo derecho (por lo que se ejercitó a menor ritmo en la sesión de las 11.30 horas), que estaba tratándose de las 7.30 con uno de los fisioterapeutas en el Hotel Deportivo y que por eso llegó tarde. El gabinete de prensa corroboró la lesión de Duda y añadió que tanto Van Nistelrooy como Kris tienen ligeras sobrecargas, si bien ambos se entrenaron con total normalidad en la sesión. No obstante, una lesión no es motivo suficiente para la demora.

Tanto antes del segundo entrenamiento del día (el tercero fue el de las 19.00 horas) como durante el mismo, a los tres jugadores malaguistas se les vio con cara de arrepentimiento, sobre todo al delantero holandés, que fue el primero en meterse en el carrito de golf para regresar al Hotel Deportivo.

Pellegrini demostró, delante de los restantes jugadores, que no pueden existir diferencias de trato con ningún jugador. El técnico, más tarde, aunque negó que fuera un acto de indisciplina, reconoció que los jugadores no llegaron a la hora estipulada.

El retraso de los tres futbolistas es el único que se ha producido hasta la fecha en una pretemporada en tierras alicantinas que está siendo modélica en cuanto a disciplina en todos los sentidos.

Curiosamente, ninguno de los tres jugadores comparte habitación en esta estadía en el Hotel Golf Campoamor, ya que Van Nistelrooy está con Joris Mathijsen, Duda con Eliseu y Kris con Weligton, que llegó al inicio del entrenamiento «por los pelos».

El hecho no deja de ser una anécdota más en una pretemporada marcada, sobre todo, por la paliza física a la que están siendo sometidos los malaguistas para llegar al inicio de la Liga en un estado óptimo. Y es que, a pesar de que anteayer hubo descanso, la mayoría de los futbolistas prefirió descansar y recuperarse del tremendo esfuerzo.