Hasta cinco cambios hizo Manuel Pellegrini anteanoche frente al Atlético de Madrid respecto al choque copero ante el Real Madrid, quizás pensando en la vuelta de octavos frente al conjunto blanco. Y el equipo blanquiazul acusó tanta variación, sobre todo de mediocampo hacia arriba.

El Málaga CF pecó frente al cuadro rojiblanco, que estrenaba técnico en el banquillo (Diego Simeone) de falta de profundidad, al margen de las continuas faltas que recibió en el primer tiempo, con la connivencia del colegiado, el cántabro José Antonio Teixeira Vitienes, hermano del colegiado que pitó el choque del Santiago Bernabéu.

La calidad que atesora Santi Cazorla se evapora en muchas fases del partido si está situado como mediocentro. El de Lugo de Llanera debe compaginar la función de creación, al tener que bajar casi hasta la defensa para iniciar las jugadas combinativas, con la de destrucción del juego del rival, una misión que no es la suya. Es por ello que Jeremy Toulalan se ve desbordado en muchas ocasiones y acaba exhausto cada encuentro, debiendo «multiplicarse» para impedir ocasiones claras del rival. El francés necesita a otro jugador de doble corte ofensivo-destructivo junto a él y ese papel le corresponde a Apoño, que fue titular en el Santiago Bernabéu pero que anteayer tuvo que contentarse con disputar los cuatro últimos minutos.

Dada la intención del club de ceder a Recio, con el que Manuel Pellegrini no cuenta esta temporada y desea que se foguee en otro equipo, el único jugador que puede construir es Apoño, que está llamado a dar su mejor versión si el técnico malaguista le da continuidad. Así, Cazorla podría rendir más jugando de extremo (por la derecha al estar lesionado Joaquín), ya que no está en su mejor momento cuando quedan cinco meses para la Eurocopa. Aún así, su concurso se antoja imprescindible, pero da mucho más de sí cuando actúa desde los costados y no se ve obligado a buscar el balón desde muy atrás.

Asimismo, Isco (que al igual que Cazorla y Toulalan acusó en la segunda parte el esfuerzo hecho frente al Real Madrid) hace más daño a la defensa contraria cuando actúa cerca del área contraria, en su posición natural de mediapunta. Todos ellos resultan fundamentales en este Málaga CF que se muestra romo en ataque al no llegarle balones claros desde las alas. Este Málaga se empeña en intentar entrar por dentro y no con internadas y centros desde las bandas, una misión que parece exclusiva de los carrileros: Jesús Gámez y Monreal.

Rondón, Juanmi y, al final, Van Nistelrooy echaron en falta balones claros al área. Este Málaga CF puede rendir mucho más, tanto en casa como fuera, si cambia el estilo de juego y juega con mayor verticalidad. Es positivo tener la posesión, pero buscando más rápido la meta contraria.