­Fernando Hierro hizo ayer, durante 40 minutos, una defensa a ultranza de la labor que desempeñan diariamente los servicios médicos del Málaga CF, cuyo jefe es Juan Carlos Pérez Frías, que lleva la friolera de 27 años como galeno del club de Martiricos, quien ya ejercía siendo futbolista del primer equipo. Aunque ayer se echó en falta la presencia de Pérez Frías en la sala de prensa y algo más de contundencia en el mensaje, Hierro sí reiteró su plena confianza en el cuerpo médico de la entidad de Martiricos y negó que haya estado cuestionado el doctor malaguista, como es lógico al ser de sobras conocida su profesionalidad. La única persona que puso en tela de juicio a Pérez Frías fue el doctor Peter Spurek, quien operó a Julio Baptista en Marbella y quien señaló anteayer en el diario Sur que el futbolista fue obligado por el club a hacer una prueba de esfuerzo el día antes de la operación y que el diagnóstico de Pérez Frías «no era el adecuado». Hierro negó que el Málaga CF vaya a tomar medidas legales contra Spurek y elogió la humildad de Pérez Frías al dar el visto bueno a que hubiera una segunda y una tercera opinión de otros médicos sobre la lesión de Baptista, de los doctores Ramón Cugat y Spurek. Hierro tiene plena confianza en el cuerpo médico malaguista.

Juan Carlos Pérez Frías. Médico en el Málaga desde el año 1985

Aún no había colgado las botas este madrileño afincado en Málaga cuando ya ejercía de médico, ya que compaginó los estudios de Medicina con la carrera deportiva. Fue un veloz extremo derecho, de los más rápidos de España, que brilló en los años 80 y que participó la goleada por 6-2 al Real Madrid en septiembre de 1983. Es el jefe de los servicios médicos del Málaga CF y forma parte de una gran familia de médicos. Su hermano, Nacho Pérez Frías (exdefensa central malaguista) es el médico del Atlético Malagueño y, a su vez, muy querido en el club. La profesionalidad de ambos es intachable.

Luis Barbado Mellado. Un fisioterapeuta tan discreto como eficaz

Luis Miguel Barbado Mellado, malagueño, es de los componentes del cuerpo médico el segundo que lleva más tiempo en la entidad, ya que comenzó en las categorías inferiores en 1998 tras llegar procedente del Iversur de balonmano. Su trabajo es tan discreto como eficaz. Aparentemente introvertido, es uno de los trabajadores que mejor saben «hacer piña» dentro de un vestuario. Las recuperaciones de los jugadores son milagrosas cuando se ponen en sus manos.

Marcelino Torrontegui. El masajista más mediático del pelotón español

A sus espaldas, este asturiano de Candás que ha recorrido todo el mundo como masajista de la selección española de ciclismo (campeonatos del mundo, Juegos Olímpicos y demás rutas internacionales), se ganó enseguida el calor del club con su simpatía y buen hacer. Trabajó en Clas, Mapei, Cofidis, Festina y Polti. Llegó en 1999, en el primer año del Málaga CF en Primera División. Ha hecho llorar a decenas de jugadores con sus fuertes manos para quitarle los dolores musculares. Totalmente acoplado a la Costa del Sol, ya es un malagueño más. Su carisma es arrollador, como se puede comprobar tanto en el vestuario como en los desplazamientos del equipo, ya que multitud de deportistas acuden a visitarlo al hotel de concentración, desde Miguel Indurain a Tony Rominger, pasando por el periodista José María García.

Fernando Lacomba Arias. Un campeón del mundo de baloncesto... y malagueño

El malagueño Fernando Lacomba, que trabaja en el Málaga CF desde 2001 (de 2001 a 2003 fue en las categorías inferiores y desde entonces en el primer equipo) es además campeón del mundo de baloncesto con la selección española, en la que también trabaja como fisioterapeuta, misma función que tiene en el club de Martiricos. Se caracteriza por una gran disciplina.

Hugo Camarero Ortega. El último en llegar, procedente de la selección española

Este burgalés, que comenzó su trayectoria profesional en el Racing en la Liga 2006/07, es el readaptador físico de la selección española de fútbol, misma función que hace en el Málaga CF, es decir, trabaja con los jugadores lesionados. Se ha integrado rápidamente al vestuario blanquiazul.

Enrique Ruiz Contreras. En el club desde 1997, pero es su primer año como readaptador

Tras ser preparador físico de Vélez, Antequera y Torremolinos, se incorporó al filial malaguista en 1997 y al primer equipo en 2004, con Tapia de técnico. Es su primer año como readaptador físico. Adquiere más conocimientos a su ya dilatada experiencia futbolística.