¡Cómo hubiera disfrutado José Carlos Pérez de este éxito del Málaga CF!, cuarto en la Liga y por tanto en puesto de Champions por primera vez en la historia del club de Martiricos. ¿Cómo cree que hubiera reaccionado él?

¡Uff! (se emociona). Estoy convencido de que en cuanto el árbitro pitó el final del encuentro del Málaga CF contra el Sporting de Gijón, José Carlos y yo nos habríamos abrazado y habríamos soltado algunas lágrimas. Seguro. Él y yo hemos vivido tantas alegrías y tantas tristezas con el Málaga durante las últimas décadas que este año, cuando empezó la temporada, no paraba de decirme, con esa gracia que le caracterizaba: «Paquito, este año a la Champions». Eso me lo dijo más de cien veces, y aseguro que no estoy exagerando. Así que me imagino cómo estaría entre nosotros en estos momentos. A José Carlos le debemos muchas cosas, pero sobre todas ellas le debemos la seguridad que nos transmitía a todos con su buena gestión, con su entrega incansable y con su fe en que esta temporada sería un éxito sin precedentes. Nadie puede imaginarse lo contentos que estábamos él y yo cada vez que teníamos que presentar, y de esa forma tan especial como se hizo, a cada uno de los jugadores con tanta categoría que se ficharon durante el verano.

¿Hace falta en el organigrama del Málaga CF una figura, un gestor como José Carlos Pérez?

Es evidente que en el club hay un equipo de profesionales que puede ser la envidia de la mejor empresa del mundo. No obstante, siempre es importante la persona que sea designada en su momento y que pudiera sustituir al gran José Carlos. Se haga lo que se haga, estoy absolutamente seguro de que va a ser lo mejor para mantener el buen funcionamiento de una entidad como el Málaga CF.

¿Se sigue sintiendo raro sin tener a José Carlos en los desplazamientos o sin estar sentado a su lado en el palco?

Desde el primer momento que me faltó José Carlos, lo he pasado bastante mal. En los desplazamientos me costaba muchísimo trabajo conciliar el sueño, porque me parecía imposible que en tan poco tiempo dejara de tener a mi lado a una persona con la que hablaba como mínimo diez veces sobre el Málaga CF a lo largo del día. Hablar con él era muy fácil, más de lo que la gente se imagina. En muchas ocasiones, con sólo una mirada que se cruzara entre nosotros, ya sabíamos los dos lo que queríamos decirnos.