El gran revuelo que ha causado el nuevo escudo que el Málaga CF pretendía instaurar de cara a la próxima temporada ya tiene sus primeras consecuencias: el club da marcha atrás en sus intenciones de renovar el emblema blanquiazul y seguirá con el tradicional, al menos, durante una temporada más.

Y es que, tras filtrarse en varias webs un esbozo del nuevo escudo que pretendía instaurar los actuales propietarios con la intención de modernizar el club, las opiniones contrarias de la afición malaguista no se hicieron esperar, coincidiendo en su mayoría en que el Málaga no tiene la necesidad de cambiar su histórica insignia.

La semana pasada se supo la intención de la entidad de Martiricos de modernizar su emblema de cara a su próxima participación en la máxima competición continental, pero no fue hasta el martes, al filtrarse el diseño del nuevo escudo, cuando saltó la polémica en las redes sociales entre los aficionados blanquiazules, que han mostrado un total rechazo a cualquier cambio en el emblema.

La polémica acontecida desde anteayer ha sido tal, que el Málaga se ha visto obligado a recular y a través de un comunicado oficial. «La entidad nunca ha pretendido, ni pretende, vulnerar la identificación de la afición malaguista con el escudo que les representa desde 1994, sino partir de ese símbolo para recuperar la memoria de un sentimiento que se ha transmitido, generación tras generación, a lo largo de los últimos cien años de historia».

Con este comunicado, el Málaga pretende calmar las aguas dentro de la afición blanquiazul en el que hasta ahora, por la falta de movimiento en cuanto a fichajes, ha sido el tema del momento en este verano.

Así que, durante al menos la próxima temporada, el Málaga CF seguirá luciendo en su camiseta el mismo escudo que lleva desde el año 1994. Aunque la intención de los propietarios del club es volver a retomar la modificación del escudo en un futuro no muy lejano. «En esa línea de trabajo, la entidad contempla la posibilidad de evolucionar el actual escudo del club con la idea de incrementar la representatividad histórica de todas las denominaciones, fomentando un vínculo más férreo entre todas las generaciones de malaguistas que apoyaron a su equipo desde hace más de un siglo, fuese cual fuese el nombre que luciese en su camiseta», reza una parte de la nota oficial emitida ayer por el club.

Lo cierto es que el boceto del nuevo emblema de la entidad de Martiricos filtrado a través de internet no ha sido del agrado del grueso de la masa social malaguista, pese a las buenas intenciones del Málaga CF. El club pretendía una modernización de su imagen de cara a su incursión europea y una de esas líneas de «lavado de cara» partía de la modificación del escudo, que perdía las siglas «CF» para dejar en exclusiva el nombre de la ciudad e incorporaba 1904, año en el que se fundó el primer club de fútbol en Málaga. Además de sustituir la imagen del castillo de Gibralfaro por una referencia a éste más minimalista.

El Everton, en el «Costa del Sol». Por otro lado, el Everton FC, de la Premier League inglesa, será el próximo rival del Málaga CF en el Trofeo Costa del Sol, que se disputará el próximo sábado 11 de agosto en horario por confirmar. En esta XXIX edición del certamen, el trofeo contará con un rival de prestigio que permitirá al conjunto de Manuel Pellegrini ultimar su puesta a punto para la competición oficial y la previa de la Champions League.

Para el conjunto británico, que terminó su participación en la competición local en séptima posición la pasada temporada, será su primera participación en la puesta de largo malaguista ante su afición. El conjunto de la ciudad de Liverpool está dirigido desde el banquillo por David Moyes, que ha cumplido su décima temporada al frente del equipo.