Israel ha terminado por dar la razón a los que advertían una definitiva explosión de Francisco Alarcón Suárez 'Isco', elegido el mejor jugador del torneo en el Europeo sub 21 que España ha conquistado.

Isco celebra el nuevo éxito continental del fútbol español y el suyo en particular. Un reconocimiento individual. Pero el panorama le aventura un verano agitado, un puñado de futuros preciados, pero no por eso fáciles de elegir.

Los grandes clubes de Europa llevan tiempo al acecho de este malagueño de Benalmádena, de 21 años, que ha sido la sensación del torneo. El líder del combinado de Julen Lopetegui, que en cualquier otra situación formaría ya parte definitiva de cualquier selección de mayores.

Isco cerró su participación en Israel con tres goles, alguno de impacto como el firmado ante Noruega, y una incuestionable capacidad de liderazgo. La misma que dirigió al Málaga a la mejor temporada de su historia esta temporada. Hasta los cuartos de final de la Liga de Campeones en Europa.

El centrocampista se mostró "muy contento" por lo conseguido por el equipo en el campeonato.

"Creo que el fútbol ha premiado al equipo que mejor ha jugado durante todo el torneo. Ha sido un gran colofón a la temporada. Ahora toca celebrarlo y luego irnos de vacaciones", dijo el centrocampista malagueño, que ha dado muestras de su genialidad en Israel a lo largo de todo el torneo.

"No hemos cometido errores", apuntó Isco, que rechazó referirse a su futuro y a los rumores sobre su posible fichaje por el Real Madrid y el Manchester City. "Ya lo veremos a la vuelta".

Ha sido en Málaga, el equipo de su ciudad, donde este centrocampista ha terminado por hacerse mayor. Valencia, adonde llegó con catorce años, fue una estación de paso, de ida y vuelta. Una apuesta incompleta de un club en ese momento impaciente y con una visión de futuro escasa, nublada por las premuras económicas.

Isco volvió a La Rosaleda y acertó. El talento encontró respuesta. El volante creció amparado por la filosofía del chileno Manuel Pellegrini y el jugador explotó.

Ídolo de la grada en Málaga advirtió partido a partido un crecimiento interminable. Indiscutible en el once de Pellegrini ha sido básico en el sueño que vivió estos dos últimos años la afición malaguista. Personalidad, visión y gol son algunos de los trazos que definen la estela de esta realidad que pide paso entre las alturas del fútbol.

Isco cuenta con el ADN de la Roja, con la que ya debutó el pasado mes de febrero, en un amistoso frente a Uruguay en Doha. Ocupó el lugar de Andrés Iniesta para formar parte del equipo de Del Bosque, que ya le había reclamado dos veces con anterioridad, durante la última media hora.

Israel ha terminado por impulsar a Isco y a la sub 21 a la que probablemente no volverá a ver. El último escalón, el salto definitivo. El que acabó por reconocerle como el mejor, el MVP, el más valioso. Consideración que antes lograron hombres como Juan Mata (2011), Klaas Jan Huntelaar (2006), Petr Cech (2002), Andrea Pirlo (2000), Fabio Cannavaro (1996), Luis Figo (1994), Davor Suker (1990), Laurent Blanc (1988) o Manolo Sanchís (1986), entre otros. Nombres ilustres que tuvieron siempre algo que decir en los grandes eventos.

A Isco le aguarda unos días inciertos. Su perspectiva es cada vez más amplia y Málaga, necesitada, ya no le puede retener. El Real Madrid pretende convertirle en galáctico. El Manchester City en un nuevo reclamo; el Bayern Múnich en un alma más para su autoridad. Isco tiene donde elegir.