La carrera de Juanmi Jiménez (Coín, 20 de mayo de 1993) apuntaba alto hace tres temporadas tras un inicio de temporada meteórico de la mano de Jesualdo Ferreira, con el que se convirtió en el jugador más joven de la historia de la Liga española en lograr dos goles en un partido -17 años y 115 días-, pero desde entonces, su estrella se ha ido apagando, aunque él aún confía en triunfar con la camiseta del Málaga CF.

En las dos temporadas y media que Pellegrini estuvo al frente del equipo no rascó ni bola, hasta el punto de tener que hacer las maletas el pasado curso rumbo al Racing de Santander, donde tampoco cuajó. Ya este verano, con aires renovados, entrenador nuevo y ante una nueva oportunidad de tener minutos en el club de su vida, Juanmi se puso a trabajar para ser el «9» del Málaga, pero poco a poco Schuster fue perdiendo la fe en el coineño, incluso pidiéndole más garra en el campo en alguna comparecencia pública durante la pretemporada. Incluso en el último día del mercado veraniego, su cesión a un equipo de Segunda División estuvo a punto de culminarse.

El «disgusto» del alemán con el canterano y la llegada de delanteros como El Hamdaoui se transformaron en ausencia tras ausencia del atacante en todas y cada una de las convocatorias en las siete primeras jornadas ligueras. Pero a la octava, Juanmi vio un rayo de esperanza al verse en la lista de citados para el partido contra el Osasuna.

Algo estaba cambiando y lo que en verano eran «toques de atención» por parte del germano, ahora son elogios. «Juanmi está entrenando muy bien, convocarle ha sido un premio por el trabajo que está realizando», dijo Schuster en la previa del partido contra los rojillos. Es cierto que no jugó un sólo minuto, pero al menos dentro de la rotación parece que el rol del coineño ha ganado cierto peso.

Los que le ven entrenar dicen que esta «ligera» muestra de confianza del míster le ha dado un plus de motivación, y un botón de ello es el doblete que ayer consiguió ante el Atlético Malagueño en un amistoso. Además, de un tiempo a esta parte Schuster está más encima de él en las sesiones preparatorias. Le corrige, le mima, le explica... El alemán sabe que Juanmi aún es un diamante recuperable y parece que el canterano, más maduro tras su fallida cesión al Racing de Santander, ha aceptado el reto.

Estos días, sin la alargada sombra de los internacionales Santa Cruz, Pawlowski o el lesionado El Hamdaoui, Juanmi tiene la oportunidad de seguir encandilando a su entrenador.

Y es que, pese a que parece todo un veterano, el de Coín sólo tiene 20 años, una edad en la que aún es recuperable para el fútbol de máxima competición. Un ambiente en el que ya ha demostrado que se desenvuelve a las mil maravillas. Además, Juanmi cuenta con un as en la manga que hace que al final todos le tengan en cuenta: Tiene el gol en la sangre y encuentra portería con una facilidad pasmosa.

Poco a poco va quemando etapas para regresar. Ya ha sido convocado, el siguiente escalón que debe alcanzar es arrancar unos minutos y ya a largo plazo, si demuestra ambición -fútbol tiene de sobra- competir por un puesto en el 11 y volver a la selección española, donde ha sido un fijo en todas las categorías hasta la sub’19.