Jornada 9, Real Madrid-Málaga. Allá por el mes de julio, cuando se sorteó el calendario de Liga BBVA para la temporada 2013/14, ésta fue una de las citas en las que el conjunto blanquiazul hizo una equis para diferenciarlo del resto por su importancia. Y es que siempre es «especial» jugar en una plaza como el Santiago Bernabéu, pero quizás en esta ocasión el envite tenga más alicientes que otros años por diversos motivos, como la presencia de Schuster en el banquillo malaguista, la de Isco Alarcón sobre el césped de Chamartín con la camiseta del Real Madrid o la esperanza del malaguismo de poder «hincarle el diente» a un rival con muchas dudas, en el que Ancelotti aún no ha dado con la tecla y que a cinco puntos de los líderes -FC Barcelona y Atlético de Madrid- vive cada encuentro con el nerviosismo de una final.

Regresa Schuster como entrenador por primera vez a la que fuese su casa después de ganar una Liga y ser destituido a la temporada siguiente por unas polémicas declaraciones en las que aseguró que era imposible ganar en el Camp Nou al Barcelona. Y lo hace con ganas de plantar pelea a los blancos. Ya dijo días atrás que el Madrid está «raro» y el alemán quiere aprovechar esa zozobra para dar la campanada en un estadio en el que los merengues ya conocen la derrota en esta temporada, tras el 0-1 ante el Atleti.

Además, el Málaga quiere jugar con la baza del «Virus FIFA», que en teoría perjudica al Real Madrid, con 16 internacionales que han estado concentrados durante los días anteriores con sus respectivas selecciones. El Málaga ha tenido a cuatro, Pawlowski (descartado) y Antunes llevan desde el jueves a las órdenes del alemán, mientras que Roberto Chen y Roque Santa Cruz sólo han podido completar un entrenamiento con el grupo antes de viajar a Madrid y llegan cansados tras sendos vuelos transoceánicos.

Obligado por las circunstancias, Schuster deberá realizar cambios en la línea defensiva, algo que no le gusta al germano, pero la fractura en un dedo del pie de Marcos Angeleri le obliga a echar el freno después de haber jugado infiltrado en los últimos encuentros. En su lugar entrará Weligton, ya totalmente recuperado de su operación de clavícula, y que celebrará en el Bernabéu su reciente renovación con el conjunto de Martiricos.

El potencial de un rival como el Real Madrid hará que Schuster vuelva a tirar de Ignacio Camacho para el centro del campo por su perfil más defensivo que el del canterano Sergi Darder, aunque anunció una «sorpresa» en forma de delantero sacrificando a un centrocampista, por lo que el canterano Samuel podría ser titular. Eliseu explotará su velocidad y además, históricamente siempre se le ha dado bien jugar en el Bernabéu. El cansancio de Roque tras jugar con Paraguay devolverá a la titularidad a El Hamdaoui.

El Málaga tiene el reto de estrenar su casillero de victorias a domicilio en la presente temporada en un estadio donde no ha ganado nunca, ni bajo la nomenclatura de CD Málaga ni con la actual de Málaga CF. Enfrente tendrá al Madrid de Isco, que vivirá una sobremesa especial aunque ya está avisado -Duda en rueda de prensa y Sergio Sánchez por twitter- de que en el césped no hay amigos y si hay que sacar la pierna a pasear, se hará con el benalmadense o con cualquier otro.

Pero lo cierto es que Isco es una de las pocas alegrías que se está llevando la parroquia merengue en el arranque liguero. El malagueño, junto a Cristiano y algunas ayudas arbitrales, ha sacado a Ancelotti de varios líos. Y es que el italiano aún no ha hecho que su Madrid carbure y está teniendo muchos problemas para seguir la estela del Atleti y el Barça.

«Carletto» recupera para el choque a Bale, el hombre del millón de euros al que dará minutos, pero pierde a Varane, con problemas en una rodilla y tendrá la duda hasta última hora del delantero Benzema, con molestias, por lo que su puesto lo puede ocupar hoy el canterano Álvaro Morata.