El Málaga Club de Fútbol se encuentra en la mitad de todo. En la mitad de la temporada, pues se han disputado 19 partidos, lo que equivale a la primera vuelta de la Liga y a la mitad de las jornadas a jugar. Tenemos «casi» la mitad de los puntos que se requieren para mantener la categoría -siempre se habla de 42 puntos, aunque yo creo que este año van a ser necesarios algunos menos para no bajar a Segunda-. Estamos a menos de la mitad de camino de los fichajes de invierno que Schuster ha pedido. Han traído sólo a uno, Pablo Pérez, de los tres refuerzos que el alemán solicitó hace pocos días y que realmente creemos que hacen falta para conseguir un equipo competitivo. Eso sí, la recuperación anímica, física, psicológica y de entendimiento entre el míster y El Hamdaoui puede reducir a dos los refuerzos necesarios, todo dependerá de que el entrenador afloje algo de disciplina y que el holandés de origen marroquí, que ya se ha recuperado de sus excesos y su orgullo, se ponga las pilas.

Estamos a la mitad de la recuperación económica del club. Todavía salen a relucir flecos de recientes deudas. Demichelis, por ejemplo, y alguna más que saldrá por ahí y que aunque han tenido más sensibilidad que el central argentino para con el mercado de invierno, en cualquier momento nos dará la tarde. Amén de todos aquellos y todas aquellas empresas que siguen aguantando mecha con sus deudas con el club y que desconocemos por falta de información, cosa normal en el Málaga CF desde la llegada de Fernando Sanz y continuada, elevada a la enésima potencia, en esta «época Al-Thani», o «época Ghubn», o «época Shatat» o € ya me he perdido, todavía no sé quién es el que manda en este club.

El juego del equipo y los «estupendos» horarios que ponen los iluminados de la televisión están consiguiendo que cada vez venga menos gente al campo, y que se acerque a la mitad el aforo ocupado de La Rosaleda.

De todas formas, todo no va a ser negativo: tenemos mucho más de la mitad de ilusión por este equipo. Creo sinceramente que Schuster ya se ha olvidado de probaturas tácticas, estratégicas y de jugadores y que cada día que pasa lo tiene más claro en cuanto a lo que de esta plantilla puede sacar y la forma de jugar con las piezas de las que dispone.

El Valencia de esta noche viene sumido en una profunda crisis, tanto de juego como de puntos, pero sobre todo en el aspecto social, con Bankia intentado endosarle al mejor postor el club y con una deuda espeluznante que la UEFA parece que no ha visto o prefiere mirar para otro lado, más concreto para el Mediterráneo sur, zona Costa del Sol. ¡Qué injusticia, vaya morro colega!

Ni la llegada del nuevo entrenador, Juan Antonio Pizzi, campeón con San Lorenzo de Almagro en Argentina, ni con la bendición del Papa Francisco, hincha del club argentino, han conseguido enderezar, de momento, la situación del equipo del Turia. Buen momento para que los discípulos de Schuster se aprovechen y consigan tres puntos, que se me antojan importantísimos para el comienzo de la segunda parte de la temporada. La mitad del camino está recorrido, además con cuesta de enero incluida, esperemos que lo que venga sea una carretera más suave, por el bien del club, de la salud de los hinchas y por esta maravillosa ciudad.