La Rosaleda será testigo de un duelo de dos equipos, Málaga CF y Valencia, que tras una vuelta completa del campeonato de Primera División, aún no se han adaptado a su nuevo estatus de equipo «proletario» y que buscan la manera de salvar sus objetivos: los blanquiazules asegurarse la salvación cuanto antes; y el cuadro «che», apurar sus opciones de clasificarse para competiciones europeas la próxima campaña.

Está claro que, en el ecuador de la temporada, ni uno ni otro han aprobado sus exámenes. El Málaga lleva 20 puntos, una proyección que no le valdría para conseguir la permanencia; y el Valencia, con 23, a 13 de los puestos de Liga de Campeones.

Además, en el terreno extradeportivo, ambos clubes viven días convulsos, aunque por cuestiones diferentes que al fin y al cabo derivan en el dinero. Mientras que el malaguismo cada vez ve más lejos que su presidente, el jeque Al Thani, vuelva a interesarse por su club y decida invertir de nuevo, el valencianismo vive expectante con la posibilidad de que el magnate de Singapur, Peter Lin, compre el accionariado del club, asuma la importante deuda contraída a lo largo de los años e invierta los 50 millones de euros que dice tener guardados sólo para el mercado invernal.

Pero lo cierto es que ni Al-Thani ni Lin estarán esta noche sobre la mojada hierba de Martiricos -se esperan lluvias durante todo el día-. Sí podría estar Pablo Pérez, primer refuerzo invernal del Málaga, si finalmente llega su tránsfer internacional procedente de Newell´s. En el Málaga, tras las últimas horas, son optimistas al respecto y esperan poder inscribir en la LFP al jugador antes del mediodía de hoy -plazo límite-. Por ello, Schuster ha decidido convocarle de manera «preventiva».

Y que nadie descarte ver al argentino en el once titular si hay «fumata blanca» con su pase. El Málaga necesita una referencia en el centro del campo que acompañe a Duda a la hora de construir fútbol y Pérez ha llegado en invierno para eso, además de aportar goles y verticalidad desde el volante derecho. Si finalmente entra, el gran sacrificado podría ser Portillo, que no está en su mejor momento futbolística.

Lo que sí es cierto es que Schuster ya tiene claro cuál es su bloque y con el refuerzo de Pérez y alguno más que está por llegar, el alemán piensa que el equipo sólo tiene margen de mejora. Difícil volver a entrar en la convocatoria del Málaga, de la que se cae Weligton por lesión y Roberto Chen que se marchará cedido.

Tampoco están Fabrice, con todo listo para su marcha, además de El Hamdaoui, al que Schuster no acaba de ver del todo en forma y con el que espera contar el próximo partido en el Camp Nou contra el Barcelona. Casado, que sigue con su puesta a punto y Pawlowski, olvidado, tampoco se vestirán hoy.

Por su parte, el Valencia ha llegado a Málaga inmerso en un mar de dudas, tanto en lo institucional como en lo deportivo. Pizzi, que cogió las riendas del equipo «che» hace menos de un mes, aún no ha dado con la tecla y aunque su plantel ha dado señas de recuperación, perdió la pasada jornada contra el Celta y recientemente ha sido eliminado de la Copa del Rey a manos del Atlético de Madrid. Para más inri, los valencianistas son el tercer peor equipo fuera de casa en lo que va de temporada, una racha lejos de Mestalla que el Málaga no debe pasar por alto.

El entrenador argentino, para el duelo de hoy, ha dejado en Valencia a Sergio Canales, que ha pedido salir en el mercado invernal y que podría haber sido ofrecido precisamente al Málaga, además del Real Betis. En total, son 20 los jugadores que se han desplazado a tierras malagueñas, entre los que tampoco se encuentran Antonio Barragán, por decisión técnica, y el lesionado Víctor Ruiz, con un esguince en el tobillo.