La última vez que el Málaga CF visitó el Camp Nou fue el pasado 1 de junio de 2013, última jornada liguera de la pasada temporada con el Barça ya campeón y el Málaga virtualmente clasificado para la Europa League -después el TAS ratificó la sanción de la UEFA-. En aquella ocasión, el conjunto de Pellegrini echaba el telón a la etapa deportiva más fascinante de la historia blanquiazul, con los mejores jugadores que han vestido esa gloriosa camiseta. Pese a ello, ganar en «Can Barça» seguía siendo una misión casi imposible, por lo que a lo que respecta al Málaga actual, se antoja como el más difícil todavía.

Sin la calidad de temporadas pasadas, al conjunto de Bernd Schuster sólo le queda aferrarse a otros aspectos intangibles del fútbol, como la crisis institucional, que no deportiva, en la que se ha visto inmersa el conjunto catalán debido a las oscuras cuentas del fichaje de Neymar, que sin ir más lejos se ha llevado por delante a Sandro Rosell, hasta el jueves presidente de la entidad azulgrana.

Lo cierto es que la idiosincrasia del futbolista no suele dejar ninguna rendija para que este tipo de asuntos «extradeportivos» afecte dentro del vestuario. Pero hoy, cuando salten al verde del Camp Nou, sin Rosell en el palco y sí con Bartomeu, el «run run» de la grada después de una semana convulsa, sí puede llegar a trastocar los esquemas de los del «Tata» Martino.

En ésas debe andar espabilado el Málaga CF, que se presenta en Barcelona con numerosas bajas y con un esquema defensivo. No es para menos ya que en lo que va de temporada el Barcelona no se ha dejado ni un solo punto en su casa, 27 de 27 posibles. Además, la victoria del Real Madrid ayer ante el Granada le obliga a ganar para recuperar el liderato de Primera División.

Si los números del Barça en casa asustan, las ganas de Leo Messi ponen un plus más de preocupación si cabe. El argentino, totalmente recuperado de su lesión muscular que le dejó fuera dos meses, ya ha demostrado su buen estado de forma en Copa del Rey, aunque en Liga aún no ha cuajado un encuentro redondo desde su regreso.

Al peligro de Messi y compañía hay que sumarle una preocupación más: la cercanía de los puestos de descenso tras los triunfos del Celta y el Valladolid, que dejan al Málaga a dos puntos del abismo.

Con todo eso en mente, Bernd Schuster deberá armar una nueva defensa debido a las bajas de Jesús Gámez, con problemas en un pie que requieren de descanso, y Weligton, con una lesión muscular. Además, Samuel García, con un esguince de rodilla y El Hamdaoui, con dolores en el cuádriceps, tampoco viajan esta misma mañana a Barcelona.

Por contra, vuelve a una lista Bartlomiej Pawlowski. Un premio tras su espectacular puesta en escena el pasado miércoles en el amistoso contra el Servette suizo. La otra buena noticia para el malaguismo es la convocatoria del lateral izquierdo José Manuel Casado, que se estrena oficialmente en una lista tras superar su grave lesión de rodilla. Es el partido del Plus, a las 21.00 horas.