El malaguismo vivió ayer un auténtico caos, un desconcierto informativo provocado por el presidente Al-Thani a altas horas de la madrugada de ayer, viernes, al anunciar su marcha del club, auspiciado por su prolongado silencio durante el día aunque disuadido y matizado a última hora de la tarde con un nuevo mensaje aclaratorio. En apenas 16 horas, el espacio de tiempo que hubo entre su tuit de despedida y su mensaje de rectificación en Facebook, la entidad de Martiricos vivió toda una catarata de emociones que hizo mucho daño y que dejó en una posición delicada al club.

La cronología de los hechos se inició a una hora bruja, en plena madrugada, con los ecos del inicio de la final de la NBA resonando de fondo aunque sin los focos ni los micrófonos ni los taquígrafos adecuados que se le presupone a un mandatario de un club. Allí, el jeque se asomaba a su ventana favorita para comunicar al mundo un nuevo mensaje. A través del inmenso aunque a la vez impersonal altavoz de las redes sociales, Abdullah bin Nasser Al-Thani ponía en marcha en su cuenta de Twitter una bomba que sembraría el caos informativo a lo largo de todo el día de ayer creando confusión, reacciones e incertidumbre sobre el futuro de la entidad. Una misiva que removería los mismísimos cimientos del malaguismo.

A las 4.25 de la mañana, el hasta el momento presidente del Málaga CF comunicaba al mundo su abdicación como máximo dirigente del club. O al menos así se hacía entender en un mensaje que parecía esconder pocas dobleces. «Siento decir esto. Me iré de aquí porque no encontré respeto, aprecio ni igualdad», decía con su particular inglés.

Minutos antes de su contundente anuncio, el presidente ya había desvelado una decisión «irreversible» a mediados de mes. «Lo siento, pero para mediados de este mes se tomará una decisión que será irreversible». «Simplemente queremos respeto, aprecio, igualdad y credibilidad. No sólo para mí, sino para todos los aficionados del Málaga», apuntaba minutos antes de las 3.00 de la mañana. Uno más uno hacía indicar dos. Y así lo entendió el malaguismo.

Málaga acogía las primeras luces del alba con las palabras del jeque aún frescas, aunque sin el libro de instrucciones pertinente para descifrar un mensaje de tan profundo calado. Lo cierto es que el presidente emitió su comunicado de espaldas a los dirigentes del club, ya que la sorpresa en el seno de la entidad de Martiricos fue mayúscula durante buena parte del día.

Cordura en el club

Aún así, la primera reacción llegada desde La Rosaleda fue de tranquilidad y de serenidad. Los actuales dirigentes que llevan el peso del día a día malaguista recelaban desde el principio del desenlace final que anunciaba el jeque, aunque proclamaban la política de autosuficiencia que había abordado la entidad desde hacía más de dos años y medio, cuando la inversión de Al-Thani había dejado de llegar desde tierras cataríes. El club, más saneado y con más vitalidad, vive ahora con sus propios recursos, alejado de los días en los que la inversión de 150 millones de euros generó euforia y gloria en el malaguismo.

En un primer momento, desde La Rosaleda se contempló la posibilidad de emitir un comunicado para rebajar el nerviosismo creado en el malaguismo ante las palabras del dirigente. Sin embargo, se declinó esta opción con el paso de las horas para no contradecir al mandatario y hasta no conocer su versión.

Mientras, las críticas y los comentarios contra Al-Thani se producían a través de las redes sociales. El dirigente, que regresó a Málaga a principios de mayo tras casi un año y medio ausente de la Costa del Sol, era el centro de las iras del malaguismo. Y es que Al-Thani, pese a su nula inversión desde hace un par de años y pese a su larga ausencia había encontrado el cariño del malaguismo. Un cariño que ayer fue esquivo hasta su marcha atrás. La noticia también corrió como la pólvora en todos los medios nacionales e incluso internacionales. Su mensaje había dado la vuelta al mundo.

Las reacciones de las fuerzas políticas de la ciudad tampoco tardaron en llegar. Incluso el propio alcalde de Málaga, en una conferencia de urgencia y casi improvisada ante los medios congregados, instaba a Moayad Shatat o Vicente Casado a una comunicación oficial sobre los acontecimientos.

En las oficinas del club, pese a la insistente sensación de tranquilidad, se intentó arrojar algo de luz sobre el asunto. Desde primera hora del día dirigentes del Málaga intentaron comunicarse con el jeque Al-Thani, que sigue en su residencia de la capital malagueña, aunque él se mostró inaccesible hasta bien entrada la tarde.

La mediación de Moayad Shatat, vicepresidente del club y mano derecha del presidente en Málaga fue decisiva. Shatat le transmitió a Al-Thani todo el desconcierto generado con sus manifestaciones y la sensación de abandono que había generado.

Poco antes de las 20.00 horas, el jeque colgaba un nuevo texto en su perfil de Facebook matizando sus palabras y dando carpetazo al asunto. «Lo siento, nunca he dicho que saldría del club o que dejaría el Málaga CF. ¿Por qué todos mienten? Dije que me voy de aquí, no mencioné al Málaga CF. Entonces, por favor, no hablen de invenciones, pediría respeto. Es la mayor muestra de falta de respeto, la invención de mis palabras», dijo.

El dirigente, que volvió a pedir respeto una vez más, cerró uno de sus capítulos más inverosímiles como presidente del Málaga CF. Y es que si su intención fue la de volver a presionar a las instituciones con sus declaraciones, el efecto no fue el deseado.