Todo salió a pedir de boca. Desde el primer minuto, cuando Samu Castillejo ya pudo abrir el marcador, algo hacía presagiar que La Rosaleda iba a vivir una de esas grandes mañanas de fútbol que tanto gustan al espectador. Domingo a las 12, un horario que a muchos les gustaría que se repitiera más a menudo. Y además acompañado de una victoria, con buen juego, que seguro alegró la jornada dominical a los malaguistas para el resto del día.

El Málaga celebraba ayer frente al Rayo Vallecano su II Día de la Infancia y todo fue sobre ruedas. Unos 4.000 niños, que pudieron sacar sus entradas a 5 euros, los menores de 12 años y a 10 euros, los más mayores, presenciaron el encuentro desde las gradas de Martiricos y ayudaron a que La Rosaleda colgará su primer «No hay billetes» de la temporada. 32.000 espectadores que disfrutaron del gran partido realizado por los suyos en la mañana de ayer. Sólo los 300 «Bukaneros» que llenaban la esquina de Tribuna con Gol Alto pasaron un mal trago con el recital que dieron los blanquiazules sobre el terreno de juego.

En los aledaños ya se respiraba un ambientazo en los minutos previos al choque. Muchos padres con sus hijos y grupos de niños organizados se disponían a acceder a La Rosaleda en busca de una buena mañana de domingo. Y así fue. El equipo estuvo a la altura de la ocasión y no defraudó.

Además, en las horas previas al partido, desde las 10.00 horas concretamente, se organizaron juegos en la explanada del aparcamiento de Martiricos, donde muchos niños y niñas pudieron divertirse hasta la hora del comienzo del choque. Ya en los días anteriores, algunos colegios asistieron a un entrenamiento de la primera plantilla y el viernes pudieron preguntar en una atípica rueda de prensa lo que quisieron al camerunés Carlos Kameni.

Partido de los que hacen afición

Seguramente muchos de los chavales que acudieron ayer a ver el encuentro en directo no lo olvidarán. El Málaga no pudo elegir un mejor día para brindar un gran encuentro a los malaguistas. Los de Javi Gracia completaron un partido de los que enganchan a los más jóvenes, que seguro que a partir de ahora querrán revivir la experiencia una y otra vez.

No obstante, algunos grupos de niños iniciaban los típicos cánticos de cada fin de semana en La Rosaleda y empujaron a los suyos a conseguir ese brillante 4-0.

@pilugarcia10