Los ecos de la batalla del Camp Nou poco a poco se van silenciado, pero la gesta perdurará en la historia blanquiazul. En el análisis más sosegado, en la disección del partido, hay una figura que sobre sale sobre el resto. No marcó ningún gol ni tampoco frenó ninguna internada de Messi, pero el capitán general del navío, la materia gris del Málaga CF que sorprendió al mejor Barça de las últimas fechas era ayer un hombre sumamente feliz. Javi Gracia, el míster malaguista que puso patas arriba el Camp Nou, acaparó los elogios de manera unánime tras conseguir la primera gran victoria de pedigrí en su corta carrera en la elite. Un logro que podrá degustar estos días. Un triunfo de los muchos que aún están por llegar.

Además del grandísimo papel de cada uno de sus hombres, con nombres propios como Juanmi -goleador-, los «Samus», Darder, Rosales o los zagueros; el técnico navarro dio toda una lección táctica en el cosa blaugrana. Un trabajo minucioso que preparó a lo largo de la semana con su grupo de trabajo.

No son pocos los equipos que «tiran» los partidos cuando visitan la casa de un grande. Javi Gracia, lejos de eso, trabajó durante la semana con interés para buscar los puntos débiles del conjunto culé. Aleccionó a sus jugadores con sesiones de vídeo y destapó los puntos de fuga azulgrana. Al igual que en el partido de ida, el primero y primordial era cerrar las líneas de pase interior y dejar las bandas con más libertad, aunque con ayudas de los centrocampistas. Así, no era nada extraño ver a Samu y Horta ayudando a Torres y Rosales en las bandas para crear superioridad defensiva.

El segundo punto fuerte fue salir a buscar al Barcelona a su campo. Poco acostumbrado a ello, el Málaga sorprendió por momentos cuando llegó al área rival para presionar la salida del balón culé, provocando precipitaciones y errores.

Intensidad, trabajo, concentración y verticalidad. Y es que el Málaga, con el balón en los pies, también lo tuvo claro. El objetivo era casi siempre mirar para adelante, no especular con el balón en los pies y aprovechar la velocidad de sus hombres. Gracia apostó por Torres en la izquierda -ya le salió bien en el partido de ida-, Horta en banda derecha -no estaba siendo habitual- y Juanmi como punta junto a Samu. Un órdago que le salió a las mil maravillas.

Y es que Javi Gracia, tras 59 partidos en la elite, sumó el sábado su victoria más importante. El técnico ya consiguió frenar el curso pasado en las filas de Osasuna al Barcelona, Real Madrid y Atlético -le ganó 3-0- en El Sadar. Este curso ya acaparó elogios en la ida contra el Barça, perdió por la mínima con el Madrid y dio la cara ante el Atlético en el Calderón.

Sin embargo, la victoria del sábado lo eleva hasta los altares del malaguismo. El técnico navarro está demostrando que la apuesta de Husillos y Casado en verano fue acertada. Sin ruido, con trabajo y constancia, el entrenador ya se está haciendo un nombre por su gran temporada en el Málaga CF y por gestas como la del sábado. En Martiricos es querido y respetado. Y aunque tiene apalabrado un año más en el conjunto blanquiazul, más valdría atarlo en corto por los posibles cantos de sirena que puedan llegar.