Ríos de tinta y horas de radio se han cubierto ya y se cubrirán de aquí al final del campeonato con la posibilidad de que el Málaga CF acuda el próximo año a competición europea. Que si acaba entre los seis primeros; que si termina séptimo y estará a expensas de lo que suceda en la final de la Copa del Rey con el Barcelona; que si el Villarreal y el Sevilla acaban campeones en la Liga Europa... Pero la realidad es que si el conjunto blanquizul consigue su clasificación sobre el césped, también tiene que lograrla en los despachos.

Ese partido, el que lleva a cabo el departamento jurídico del club en estas fechas, comenzó a jugarse el pasado mes de diciembre, cuando la entidad solicitó la documentación pertinente para cursar la Licencia UEFA. O lo que es lo mismo, el pasaporte que acredita como equipo válido para poder jugar en Europa.

Una licencia que ya ha cumplido su primer plazo -entre el 1 de febrero y el 1 de marzo- y a la que el club ha respondido en tiempo y forma enviando la documentación pertinente, aunque también era la más rutinaria y menos exigente. Ahora, hasta el próximo 10 de abril, deberá presentar los documentos relativos a su realidad financiera y reseñar si tuviera abiertas deudas con otros clubes, Seguridad Social, Agencia Tributaria o empleados, lo que pondría en jaque su participación.

Según fuentes del club consultadas, desde la entidad se trabaja para cumplir cada uno de los requisitos que exige la Federación Española de Fútbol (RFEF), que es la encargada de gestionar, estudiar y repartir la Licencia UEFA. Esas mismas fuentes aseguran que todo sigue su curso habitual para que al igual que los años anteriores, el club obtenga también el certificado de calidad.

Esta licencia aglutina un complejo y alargado número de requisitos financieros, administrativos y burocráticos que son estudiados cada año por la RFEF. El Málaga ha recibido la Licencia UEFA en las últimas temporadas -está en vigor desde la campaña 2004/05, pero a ciencia cierta la ha solicitado y la ha obtenido en los tres últimos cursos-, pese a las grandes tempestades económicas que ha vivido, pero no por ello deja de ser un paso farragoso en algunos aspectos y en el que tiene que mostrar todas sus cuentas a través de auditorías y envío de documentos.

El primer plazo se cumplió el 1 de marzo y la documentación correspondía a la parcela de infraestructura del club -estadio, zona de entrenamiento, prensa, personal...-. El segundo plazo vencerá el próximo 10 de abril, pero exigirá un control exhaustivo y detallado de las finanzas del club, que es donde trabaja ahora mismo el departamento jurídico de la entidad para evitar sorpresas.

El Departamento de la Licencia UEFA de la RFEF entregará al Comité de Primera Instancia, antes del 15 de abril, toda la documentación recibida por los clubes para su valoración. Ellos analizarán cada caso y tomarán una decisión sobre si conceden la licencia o no antes del 15 de mayo, con tiempo para un recurso antes de enviar el 31 del mismo mes toda la documentación a Nyon, a la sede de la UEFA.

En los últimos años es habitual conseguir esta Licencia UEFA sin problemas, aunque hace dos temporadas -la misma que la UEFA impidió al Málaga volver a competir-, al Rayo Vallecano se le fue denegada y también se quedó fuera de Europa.