El Málaga CF utilizó el derbi regional contra el Almería para renovar el pasaporte europeo después de que se le caducara en los últimos ocho partidos, donde no había logrado ganar. Ante el equipo rojiblanco, los blanquiazules recuperaron la séptima plaza, que dará derecho a jugar la Europa League siempre y cuando el Barcelona gane la Copa del Rey, y se quitó los fantasmas de una penosa racha que ya había mutado en crisis.

Y es que aprender a ganar debe ser igual que volver a caminar. Uno se acostumbra a que las cosas no salgan bien y los miedos se acumulan y se acumulan. En ese estado se encontraba el Málaga hasta ayer, cuando asaltó el coso almeriense y dejó en muy mala situación al equipo vecino.

No hizo demasiado el Málaga para ganar, quizás lo justo, pero la eficacia de Javi Guerra en el área, que hizo el 1-2, y la falta de gol de los Thievy y Wellington, decantaron la balanza para los de la Costa del Sol, que ahora debe refrendar esa leve mejoría y volver a acostumbrarse a ganar, una sensación que no es nueva para este equipo en este curso.

Consciente de lo mucho que se jugaba, el Almería salió desde el vestuario a por el partido. El sol almeriense dejó cuajado de primeras al Málaga, que mostró esa cara frágil y desganada que tanto desespera a la afición. ¿Qué equipo se jugaba más ayer? Bajo mi punto de vista, los dos. El Almería, la vida; el Málaga, recuperar la séptima plaza tras el tropiezo del Athletic el sábado frente al Dépor (1-1).

El equipo de Sergi Barjuan luchaba más por su objetivo que el Málaga por el suyo. Así se sucedieron tres ocasiones muy claras para los locales. Thievy, Thomas y Wellington pudieron adelantar al Almería, pero no acertaron ante Kameni, lo que permitió al Málaga desperezarse sin daños.

Quince minutos tardó el cuadro de Javi Gracia en darse cuenta de que podía hacerle mucho daño al Almería, muy mermado en defensa y obligado a reestructurar su zaga con jugadores fuera de su posición. Así, en el 23´, un centro de Samu desde la derecha que peinó Duda, lo remató francamente mal Amrabat cuando tenía todo para batir a Rubén, pero el balón, que se iba fuera, lo desvió a gol el exmalaguista Casado. Él no quería...

Mucho premio para el Málaga sin hacer demasiado. Pero los blanquiazules no supieron o no quisieron hacer sangre y el Almería volvió a despertar a los 8 minutos del gol visitante. Una falta lateral muy bien lanzada por el propio Casado la remató con la cabeza y el alma Thomas, ante la dudosa salida de Kameni. Con tablas en el electrónico se llegó al descanso.

Los dos equipos salieron timoratos tras la reanudación. Prieto Iglesias pudo expulsar, primero a Casado y después a Weligton y con los cambios, el partido se abrió. Amrabat, siempre correoso, lo aprovechó para poner un centro al primer palo que remachó a gol Javi Guerra con un movimiento de killer que le define.

El Málaga debió sentenciar, pero prefirió especular con el resultado y a punto estuvo de pagarlo si Zongo llega a marcar un gol casi cantado. No lo hizo y el equipo de Gracia recobra aire y toma impulso de cara a los dos últimos partidos ligueros ante Villarreal y Sevilla... Eso sí, siempre y cuando el fútbol español muestre un poco de cordura y desconvoque la huelga.