La salida de Moayad Shatat no ha sentado nada bien en el seno del Málaga CF. Desde luego, nada tiene que ver su marcha con la de Abdullah Ghubn, ya que Shatat se había mostrado cercano con la gente del club, implicado, conciliador y realista con el día a día de la entidad. Sin alardes y casi en la sombra, Shatat había ayudado a sacar al Málaga CF del infierno económico junto a un grupo de trabajo que estaba encabezado por Vicente Casado, en el apartado económico; y Mario Husillos, en la dirección deportiva.

Juntos, los tres, con una línea de trabajo alejada del jeque sobre todo en las últimas fechas -las ausencias prolongadas del dirigente catarí han sido difíciles de gestionar-, consiguieron dotar al Málaga de estabilidad, seguridad y le han granjeado un futuro más prometedor, ya sea para apostar en el plano deportivo, para buscar inversión externa e incluso para abordar una posible venta, como se negociaba en las últimas fechas de capital chino.

Ahora, sin Shatat y con el hijo del jeque como hombre fuerte en el club, el panorama se muestra incierto y descorazonador. Anoche se produjo una reunión entre el nuevo vicepresidente y la cúpula del club para marcar la nueva línea a seguir en lo que a jerarquía y funcionamiento se refiere. Un cambio que no parece tal de momento, ya que Nasser Al-Thani quiso transmitir tranquilidad y continuismo. Por lo tanto, la maquinaria sigue en marcha en un periodo de la temporada en el que no se puede detener, tanto en el plano deportivo por los fichajes como en el institucional por la planificación para el próximo curso y la campaña de abonados.

Pese a esa primera reunión para apaciguar las aguas, se desconocen a ciencia cierta los planes para el Málaga CF de Nasser bin Abdullah Al-Thani, aunque suma varios meses en el día a día del club. El desconcierto en las oficinas de Martiricos era casi tangible, ya que de la austeridad y la política económica, ahora el club puede pasar a un cambio radical, ya sea con una nueva inversión del jeque -en el caso más optimista y casi improbable- o con un Málaga que se asemeje a los años más «locos» e incontrolados del club, que a punto estuvieron de llevar a la entidad al descenso administrativo. No se descartan llegadas e incorporaciones en el organigrama del club, como tampoco se descartan salidas. Y es que el nuevo escenario podría dejar en una situación diferente a Casado y Husillos, que ya no cuentan con el parapeto de Moayad Shatat con la propiedad.

La irrupción de Nasser también genera ciertas dudas sobre las negociaciones abiertas con los inversores chinos. Al-Thani, que ya había mostrado en principio su negativa a vender el club, habría movido pieza para reforzar su presencia a través de su hijo. Hay que recordar que el dirigente no invierte en el club desde invierno de 2012.

La salida de Shatat tampoco ha sentado nada bien en el seno de la plantilla, ya que el dirigente mantenía una buena relación con los capitanes y con el resto de jugadores. Los numerosos viajes con la expedición blanquiazul y su papel de intermediador entre jugadores y dirigentes había sido siempre acogido de buen grado por el plantel.

«Queridos malaguistas:Me gustaría comunicaros que, tras tres temporadas vinculado al Málaga Club de Fútbol, mi ciclo como vicepresidente de la entidad termina hoy -por ayer-. Como bien sabéis, en la última Junta General de Accionistas se aprobó el nombramiento de Sheikh Nasser Bin Abdullah Al Thani como vicepresidente y consejero delegado, y será él quien se haga cargo a partir de ahora de la dirección ejecutiva del club.Ha sido muy difícil para mí tomar esta decisión porque el tiempo que he pasado aquí me he sentido como un malagueño más. Llegué en momentos muy complicados, y me marcho con la satisfacción y convicción de haberme entregado en cuerpo y alma al Málaga Club de Fútbol, a su historia y aficionados, respetándolos hasta el último día, por encima de cualquier motivación o interés personal.Quiero dar las gracias a Sheikh Abdullah Bin Nasser Al Thani, que me dio la oportunidad de formar parte de este club. También a los directivos, empleados, técnicos y jugadores, con los que tanto he compartido. Gracias a todas las administraciones, a sus representantes, a los estamentos del mundo del fútbol y a los dirigentes del resto de clubes, por su amabilidad, cariño y cercanía en todo momento. A los medios de comunicación, por su constante apoyo al club. Y, especialmente, a la gente de Málaga, aficionados o no al fútbol, con los que he tenido el orgullo de compartir los momentos más brillantes de la historia del fútbol de Málaga.Formar parte del Málaga CF ha sido un sueño y siempre llevaré a este club en el corazón. Ahora llega el momento de disfrutar de mi vida familiar y retomar la actividad profesional en mis empresas, pero podéis estar seguros que cada vez que regrese a Málaga nos veremos en las gradas de La Rosaleda.¡FORZA MÁLAGA!»