El fútbol es caprichoso, vive de tendencias y también de modas. Hay fieles que combaten contra las adversidades climatológicas, de horarios e incluso que se abstraen de categorías y rivales, pero también hay otro grueso importante de aficionados que fluctúa a tenor de cómo vaya su equipo, que sopesa los pros y los contras para acudir al estadio a apoyar al conjunto blanquiazul. El pasado domingo, el Málaga CF ofreció la cifra oficial de asistencia al estadio de La Rosaleda con un total de 19.836 espectadores. Un registro pobre para una afición que, en los últimos tiempos, se había mostrado relativamente fiel e implicada.

Desde luego, hay poco que achacar a los asistentes el pasado domingo, donde durante los 90 minutos volvieron a mostrar las razones por las que la marea blanquiazul es una de las más destacadas del panorama nacional. Sin embargo, el registro ha sembrado cierta intranquilidad en el seno de Martiricos, donde se mira con recelo la caída de fieles cada domingo. No era un horario especialmente «complicado» ni la climatología era adversa. ¿Por qué el malaguismo no responde? Ésa es la pregunta del millón que corre por las oficinas de Martiricos y a la que intentan responder.

Los ejemplos, los espejos en los que mirarse, no son tampoco demasiados positivos. La crisis de malaguismo, si se puede llegar a llamar así, se remonta a este verano, donde la campaña de abonados sufrió serias complicaciones en su arranque. Aún así, el club consiguió superar la cifra de los 20.000 abonados, aunque se quedó por debajo de los registros de abonos de temporadas pasadas. Según los datos oficiales de la LFP a través de su web, el club tiene actualmente 21.200 abonados.

El curso pasado, contra el mismo rival -entonces un recién ascendido y novato en la categoría-, el club colgó el cartel de «No hay billetes». Y eso que fue en noviembre, un sábado a las 22.00 horas, en el peor horario posible señalado por los propios aficionados. Sin embargo, el club llevó a cabo en aquella ocasión una promoción para universitarios, que tuvo una magnífica acogida, y también llegaba tras conseguir cuatro victorias consecutivas.

Con todo, el curso pasado La Rosaleda casi siempre estuvo por encima de los 20.000 espectadores, salvo en cuatro ocasiones. En la jornada 3 -guardando una curiosa simetría con el partido del pasado domingo- ante el Levante con 19.210 espectadores; en la jornada 23 ante el Espanyol, con 16.181 espectadores -un sábado 14 de febrero a las 22.00 horas-; en la jornada 25 ante el Getafe -también sábado a las 22.00 horas-, con 19.939 asistentes; y en la jornada 35 ante el Elche, con 18.714 espectadores.

Es más, los dos próximos compromisos del Málaga en casa tampoco auguran una gran entrada, ya que serán contra el Villarreal el próximo miércoles 23 a las 22.00 horas y contra la Real Sociedad el sábado 3 octubre a las 22.00 horas.