La presencia de Moayad Shatat, exvicepresidente del Málaga CF, el sábado en el palco de La Rosaleda fue una de las noticias paralelas al duelo que enfrentó al conjunto blanquiazul ante el Deportivo de la Coruña. Shatat, hombre fuerte del jeque Al-Thani durante tres años en las oficinas de Martiricos, disfrutó del partido en la zona noble junto a Nordin Amrabat, aunque fuentes del club consultadas por este periódico aseguran que su visita a Málaga nada tiene que ver con asuntos del club, del que se desligó el pasado mes de junio.

Según el club, Shatat hizo saber a los dirigentes del Málaga su presencia en la ciudad a última hora y avisó que acudiría al palco a ver el partido del Málaga. Allí saludó a todos los dirigentes blanquiazules con los que compartió despachos y confidencias y con los que entabló una gran relación más allá del trabajo puro y duro.

Fue un visto y no visto. Se sentó junto a Nordin Amrabat y el seleccionador marroquí Zaki Badou para disfrutar del recital de Adnane Tighadouini en la victoria del Málaga, pero abandonó el recinto malaguista justo con el pitido final.

Shatat, que abandonó el Málaga para volver a Catar el pasado mes de junio en una decisión que hizo temblar los cimientos de la institución por la importancia de su figura en Málaga, es uno de los artífices de que el Málaga haya recuperado de manera significativa la viabilidad económica y es una persona muy respetada por jugadores y trabajadores del club.