No ha sido una semana fácil, pero la autocrítica y la reflexión ha sido un buen punto de partida en el seno del Málaga CF. No ha habido comunicados públicos ni tampoco medidas extremas. Los acontecimientos han proseguido su cauce y el pase de los días ha rebajado la tensión que rodeaba a la plantilla blanquiazul tras caer el pasado sábado ante el Real Betis. Quizás la ausencia de fútbol haya servido también como bálsamo para curar las heridas malaguistas. Unas heridas que poco a poco parecen cicatrizar.

Y es que la semana ha tenido también noticias positivas. La mejoría de Amrabat y de Santa Cruz para intentar reaparecer de cara al duelo contra el Espanyol es la grata noticia de la semana para Gracia. El técnico ha encontrado el apoyo de sus jugadores, pero también de los dirigentes. Si el jueves Vicente Casado se pasaba por el Estadio de Atletismo, ayer viernes era Mario Husillos junto con Ben Barek los que mostraban su apoyo hacia el cuerpo técnico. El director deportivo, que ha estado los últimos días en Sudamérica rastreando el mercado, no ha tardado en pasarse para visitar a la plantilla en estos momentos delicados.

Aún así, las voces críticas también se han encontrado en el seno del equipo en esta semana. Las entonó Duda, que hizo autocrítica admitiendo que estaban preocupados y que trabajaban para salir de la zona de abajo. «Tenemos que estar preocupados porque han pasado once jornadas y estamos pegados en unos puntos cerca del descenso. Con el trabajo que realiza el equipo no tiene la suerte de traducirla en puntos. Con el Betis hicimos un partido completo pero no puntuamos», llegó a admitir el veterano centrocampista, que es una voz autorizada en el seno del Málaga CF.

Descanso y energías renovadas. Sin embargo, la plantilla echó ayer el cierre a una dura semana de trabajo y estará este fin de semana de descanso, como suele ser habitual en cada parón por las selecciones. Hasta el lunes por la mañana no regresarán los jugadores blanquiazules a la actividad, lo que podrán aprovechar para recargar las pilas con sus familias y amigos. 40 horas de desconexión del fútbol para afrontar el último tramos del año con energía.

Y el lunes, las miradas volverán a apuntar a Amrabat y Santa Cruz. Se esperan que hayan mejorado de sus problemas y que puedan comenzar a realizar más trabajo con el grupo. El paraguayo tiene más papeletas para reaparecer mientras que con el marroquí se es más cauto.