Hablar de «final» cuando aún queda lejano el ecuador de la temporada es significativo para explicar la delicada situación deportiva que vive el Málaga CF, pero la realidad es que esta noche, el equipo que dirige Javi Gracia, disputa una auténtica final frente al Granada con La Rosaleda como testigo (20.30 horas/C+ Liga).

Porque el Málaga parece haberse contagiado en lo deportivo del lío institucional que vive en sus despachos. Una depresión en todos los sentidos que le ha llevado a tocar fondo y ser el colista de Primera División en solitario con 9 puntos, tras tres jornadas consecutivas mordiendo el polvo y sin capacidad de reacción alguna.

Por eso, con la intención de cambiar la dinámica y aislarse de la nube tóxica que llega de la zona noble de Martiricos, la plantilla puso pies en polvorosa, hizo las maletas y se marchó a Benahavís para un retiro espiritual en forma de concentración que sirva como conjura para comenzar una remontada que ya se antoja obligada.

Si hoy se gana al Granada, el stage en Benahavís habrá sido mano de santo, pero si la pelotita no quiere entrar y el conjunto nazarí se hace fuerte en Martiricos, la conjura tornará en milonga. Así es el fútbol, los resultados mandan y todo lo demás es paja.

En todo caso, el Málaga cuenta con todo a favor para revertir la mala dinámica que maneja desde el comienzo de temporada. La afición malaguista volverá a acudir en masa al S.O.S lanzado desde el equipo y se espera que se roce el lleno. Además, cuenta con la historia a su favor, ya que desde que el Granada regresó a Primera División, nunca ha conseguido sacar nada positivo del coliseo blanquiazul y siempre han enfilado la A-92 de regreso a la ciudad de La Alhambra con una derrota en el maletero.

Por otro lado, todo hace prever que Javi Gracia podrá contar por fin con Roque Santa Cruz, una vez que el delantero paraguayo ya olvidado su calvario con las lesiones y se siente con confianza para competir al máximo sin miedo a recaer. La vuelta al equipo del internacional guaraní es un soplo de aire fresco para el navarro, que así tiene una nueva variante en ataque ante las deficientes cifras goleadoras que maneja el equipo.

El de hoy será un partido especial, no sólo por el rival, el más cercano de toda Primera División; también porque el Granada es un rival directísimo en la lucha por eludir el descenso y todo lo que sea ganar supondrá un balón de oxígeno de dimensiones abismales para los malagueños.

El equipo dirigido por José Ramón Sandoval afronta este clásico duelo regional cargado de moral tras poner fin el pasado domingo a una racha de nueve jornadas sin ganar con el triunfo logrado ante el Athletic (2-0).

Volver a dejar la portería a cero ante el peor goleador hasta el momento de la categoría -el Málaga sólo lleva 5 tantos- y prolongar la buena imagen que el equipo ha firmado en todos sus partidos como visitante, salvo en el anterior contra el Rayo Vallecano, son las metas que persiguen los rojiblancos.

No podrán jugar dos centrocampistas que son clave para Sandoval: Rubén Pérez, que está sancionado por acumulación de tarjetas amarillas, y el esloveno Rene Krhin, que no se ha recuperado del esguince de tobillo que ya le impidió jugar contra el Athletic.

En cambio, la vuelta del delantero marroquí Youssef El Arabi deja abierta la posibilidad de que cambie el delantero centro que va a jugar de inicio, aunque todo hace indicar que Sandoval volverá a confiar en el joven venezolano del filial Adalberto Peñaranda y que el ariete africano estará de inicio en el banquillo.

La Rosaleda rozará el lleno en el derbi. El Málaga CF no estará solo en la «final» que hoy disputa frente al Granada. Lo cierto es que la afición blanquiazul nunca falla, pero hoy ha respondido con más tesón si cabe ante la delicada situación del equipo, por lo que se rozará el lleno en Martiricos. El horario, el precio de las entradas (20 euros las más baratas) y la presencia de cerca de 800 aficionados del Granada han propiciado que La Rosaleda vaya a lucir la mejor entrada de la temporada. La plantilla ha pedido el apoyo de la afición y ésta ha respondido.