­­El Málaga CF sí tiene una figura en la que confiar que lo que le sucedió el miércoles al Real Madrid en Cádiz, no le ocurra al cuadro de Martiricos -el conjunto blanco se enfrenta a la más que posible descalificación de la Copa del Rey por alineación indebida en la ida de los dieciseisavos de final ante el equipo amarillo-. Se trata de Carlos López, delegado del equipo desde la temporada 2014, el que se encarga de manejar toda la documentación referida a sanciones y comunicársela tanto al cuerpo técnico como a los jugadores del club semanalmente.

No es algo novedoso, ya que la figura del delegado del equipo es la que se encarga de estos asuntos en la mayoría de clubes profesionales. Según ha podido saber La Opinión por fuentes del Málaga CF, el pasado 27 de julio, en plena pretemporada, recibió una circular con la relación de todos los jugadores que tenían pendientes cumplir algún tipo de sanción de la temporada pasada. Esa circular, automáticamente los servicios jurídicos del club se la remiten a Carlos López, que es el encargado de gestionar la situación con Javi Gracia y con los miembros de la plantilla.

Así las cosas, el Málaga, desde el pasado verano, es conocedor, como el resto de clubes de España, de todas las sanciones que están en trámite de cumplirse. En ese sentido, el Málaga conocía que dos futbolistas de la primera plantilla arrastraban sanciones de la pasada campaña y no pudieron comenzar este curso. Weligton vio la roja directa en el partido que enfrentó al Málaga con el Sevilla en La Rosaleda (2-3) y Recio, por su parte, la quinta amarilla en el mismo encuentro. A ambos les cayeron un partido, que cumplieron durante la primera jornada de esta temporada ante el Sevilla en Martiricos.

En todo caso, el Málaga cuenta con un protocolo muy claro para evitar cualquier confusión con el tema de las sanciones. Así, después de cada partido, tanto de Liga como de Copa, los servicios jurídicos del club, una vez que reciben la notificación de la sanción correspondiente, la ponen en conocimiento del delegado del equipo, que se la traslada a la plantilla y cuerpo técnico. De hecho, el año pasado, cuando Javi Guerra llegó cedido del Reino Unido, se tuvo que perder un partido copero porque arrastraba una sanción de su etapa en el Valladolid.