El Málaga CF confirmó en Ipurúa que la imagen mostrada frente a Sevilla y FC Barcelona no fue un espejismo. Frente al Eibar se llevó tres puntos de mucho prestigio al ganar por 1-2 en un estadio en el que sólo habían cantado victoria Real Madrid y Atlético... casi nada. Juanpi Añor, que no para de crecer y crecer, fue el faro blanquiazul en tierras vascas. Marcó el primero y mandó en el partido pese a un fallo clamoroso a puerta vacía, que Roque arregló minutos más tarde con un remate de superclase. Borja Bastón, con el duelo ya decidido, puso el definitivo 1-2.

Hay que poner en valor el magnífico triunfo del Málaga en un partido que doctora a Juanpi como jugadorazo. El venezolano lleva mucho tiempo mandando señales pero, por fin con la confianza del entrenador y cierta continuidad, ha dado un puñetazo encima de la mesa a base de asumir galones, hacer jugar al equipo ante rivales de diferente pelaje y marcar goles. Ayer sumó uno que pudieron ser dos si no falla a puerta vacía un gol cantado que, sin duda, acabará siendo una de las pifias del año. Menos mal que el error del canterano quedará en una mera anécdota y el Málaga sumó los tres puntos, porque si no ese fantasma le iba a perseguir igual que aquel que en su día falló Abreu y que se hizo tan famoso.

El Málaga supo madurar el partido y neutralizar tácticamente a un equipo que estaba en estado de gracia, sobre todo como local. Y eso que la primera parte estaba siendo un suplicio antes de que Juanpi abriera el marcador. El martirio era similar al de vivir una comida familiar en casa de los suegros con una resaca de «Jagger» a cuestas. Campo pequeño y en malas condiciones, rival correoso y Mateu Lahoz más casero que los clásicos Postres Montero.

Aún así, el Málaga consiguió llegar al área rival en pildoritas. La primera nada más comenzar el duelo, con una internada de Recio tras un pase en profundidad del Chory, un puñal por la izquierda, que el paleño no supo definir. Después, el propio charrúa, fusiló a Riesgo que blocó en dos tiempos.

Pero cuando la primera mitad llegaba a su fin, el Chory llegó una vez más a línea de fondo y puso un gran centro que Juanpi, con un sutil remate de tacón, convirtió en gol. 0-1 y a la caseta con el venezolano pletórico tras su exhibición ante el Barcelona.

No se volvió loco el cuadro malaguista tras la reanudación y mantuvo el rigor táctico y defensivo. La pareja Albentosa-Filipenko se asentó y se hizo más grande, Camacho y Recio rebañaron todo, Juanpi dirigió la orquesta y Charles y el Chory mordieron arriba. Solo Cop desentonó, aunque trabajó a destajo.

Mendilibar vio que el partido se le escapaba y puso sobre el césped a Jota Peleteiro, que hizo mejor al conjunto armero. El centrocampista gallego hizo que el Eibar llegara con peligro al marco de Kameni, pero las dos torres -Albentosa, Filipenko- lo repelían todo.

Supo aguantar el Málaga el arreón armero pese a la lesión del Chory, que se vacío y una vez más tuvo que abandonar el césped con problemas musculares. Así, en una contra, Roque Santa Cruz cedió a Juanpi que solo, sin nadie en la portería, lanzó fuera incomprensiblemente. Menos mal que un minuto después Roque sí atinó a sentenciar y el Málaga amarró tres puntos vitales con los que demuestra su mejoría.

El equipo está décimo a falta de lo que haga hoy el Valencia, y tiene margen de mejora. Habrá que ver cómo apuntala la plantilla Arnau, sobre todo en defensa tras las salida de Angeleri. Deberá andar atinado el catalán en estas últimas horas del mercado. De momento, contra el Getafe Gracia pierde por sanción a Albentosa, por lo que contra el Getafe, a día de hoy, la pareja centrales será la formada por Filipenko-Miguel Torres. Rock and roll.