La esperada cita de este martes 16 de febrero en la Ciudad de la Justicia volverá a enfrentar a BlueBay y al jeque Al-Thani en la demanda abierta que tienen para dirimir la propiedad del 49 por ciento de las acciones que el dirigente catarí tiene sobre el Málaga CF. Salvo que se alcance un acuerdo entre las partes, el encuentro está previsto a partir de las 12.00 horas en el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Málaga, pero sin embargo no significará el comienzo del esperado juicio como tal sino que se trata de una audiencia previa, donde sólo está previsto que acudan procuradores y abogados de las partes, por lo que el procedimiento podría demorarse más en el tiempo.

Según las fuentes jurídicas consultadas por este periódico, será el juez Ramón Jiménez el que escuchará a las partes en esta fase oral y el que llevará el caso. Ésta es una fase preparatoria para el juicio, que según apuntan estas mismas fuentes se demorará hasta dentro de cuatro o cinco meses, tal y como viene procediendo la Justicia.

La audiencia previa es una fase del procedimiento del juicio ordinario que tiene lugar una vez se han presentado los escritos de demanda y contestación. La audiencia suele constar de diversas partes, pero no suele demorarse más allá de un cuarto de hora en circunstancias normales. En un principio, el juez intentará un acuerdo entre las dos partes. Puesto que no se dará -salvo sorpresa-, procederá a abordar las cuestiones procesales que puedan impedir la celebración del juicio. Posteriormente, las partes proponen pruebas para el caso, plantean si van a interrogar a las partes, aportan cuestiones documentales (actas notariales, aunque ya se presentaron en la demanda y otros anexos), aportes periciales y enumeran los testigos que tienen pensado presentar. Es decir, que BlueBay podría solicitar que el jeque Al-Thani se siente en el banquillo a declarar si el juicio sigue su cauce. Tras todo este proceso, el juez admitirá o inadmitirá las pruebas y señalará una fecha definitiva para el inicio del juicio.

Un proceso muy largo. Es decir, que el procedimiento tiene visos de alargarse hasta mediados o finales de 2016, y eso que arrancó hace poco más de un año, cuando el pasado 13 de febrero de 2015 el empresario Jamal Satli, dueño de la hotelera BlueBay, presentó una demanda contra Al-Thani y su socio Abdullah Ghubn -ya fuera del club-, así como contra varias de sus sociedades, por apropiarse indebidamente de las acciones del equipo.

Según BlueBay, el jeque intentaba vender sus acciones por esas fechas mientras que ellos reclaman que desde el 1 de marzo de 2013 comparten propiedad a través de la sociedad NAS Spain 2000 S.L., en la que entró Al-Thani con el 51 por ciento del capital social y Jamal Satli con el 49 por ciento. BlueBay tomó entonces las riendas del club.

Sin embargo, en junio de 2014 el jeque constituyó una sociedad unipersonal denominada de NAS Football S.L. Con este paso, según BlueBay, el jeque intentaba eludir el pago de los 30 millones comprometidos para atender pagos del club y defraudar así a la hotelera. Un traspaso que, según la empresa hotelera, se elevó a público ante notario, pero que según la defensa del jeque, no se terminó de fraguar porque no se confirmó al CSD.

El 7 de mayo se celebró una vista oral, con el que se admitieron las medidas cautelares para que el jeque no pudiera disponer de sus acciones en caso de querer venderlas.

Ahora será el juez el que decida el camino a seguir y quién lleva razón, si Al-Thani o BlueBay.