El fútbol suele ser caprichoso y lo que hace unos meses era negro, ahora es blanco. Por medio, toda una tonalidad de colores que han dejado al conjunto blanquiazul del borde del abismo a las puertas de la zona noble de la clasificación. El Málaga CF ha sufrido un cambio radical en pocos meses. No es habitual que un equipo que arranca la temporada con un tiro mal dado, como lo hizo el conjunto blanquiazul este mismo curso, consiga retomar el vuelo y sobreponerse a las adversidades en tan poco tiempo.

Hace exactamente una vuelta, antes de recibir al Granada en La Rosaleda, el Málaga CF era colista de la clasificación. Los de Gracia vivían su momento más bajo del curso. Habían tocado fondo tras caer en Cornellá-El Prat ante el Espanyol por dos tantos a cero. Tanto es así que el duelo contra el Granada se había convertido en un partido a vida o muerte.

El conjunto blanquiazul salvó el «match ball» y el cambio en los despachos -se oficializó la destitución de Vicente Casado tras el partido ante el Granada- evitó también el relevo en el banquillo.

Una vuelta después, el Málaga CF se ha hecho fuerte, ha ganado protagonismo y ha mejorado considerablemente sus números. Desde entonces, el equipo de Gracia ha ido escalando posiciones hasta colocarse octavo con 40 puntos, con 12 sobre el descenso y a ocho de Europa. Todo ello con la salvación virtual en el bolsillo a falta de siete jornadas para el final.

El Málaga ha conseguido cambiar su cara. Se ha crecido ante las adversidades y ha conseguido hacer unos números más que dignos. Tanto es así que estos 31 puntos cosechados desde el partido del Granada a finales de noviembre son los mismos que el Málaga ya cosechó el curso pasado en la primera vuelta. En aquella ocasión, el equipo de Gracia recibió halagos y parabienes por su magnífica puesta en escena, que valió para sellar de manera prematura la permanencia y para intentar luchar por Europa.

Séptimos desde Cornellá. Tanto es así que en una hipotética clasificación desde la jornada 12, el Málaga estaría con sus 31 puntos séptimo clasificado, empatado con el Athletic, a dos puntos del Sevilla que sería quinto y a seis del Villarreal, que estaría cuarto en puestos de Liga de Campeones.

Es decir, que de haber mantenido el ritmo de los últimos 19 partidos ligueros, el Málaga sería un clarísimo aspirante a colarse en Europa y tendría tan ansiado objetivo más cercano.