La sala 20 del Juzgado de lo Social de la Ciudad de la Justicia abrió la caja de Pandora del Málaga CF cuando el reloj marcaba poco más de las 10.00 de la mañana. Durante más de siete horas de litigio hubo poco fuego de artificio y sí muchos reproches y acusaciones. Armas arrojadizas en una pequeña sala que sin embargo han ido desangrando al Málaga CF poco a poco en los últimos años.

Uno de los puntos claves en el juicio es la argumentación de la parte demandada (Málaga CF y familia Al-Thani), en la que justifican el despido de Vicente Casado por el incremento injustificado salarialmente, los bonus y el blindaje. Según los letrados Ángel Lara y Pedro González Segura, Casado habría realizado, a través de Shatat y sin conocimiento del jeque Al-Thani, varias subidas salariales para pasar de los 70.000 euros a 120.000 en pocos días y para cobrar finalmente 350.000 euros brutos -un sueldo según varios testigos de la parte demandante acorde a un director general de un club de Primera División-. Sin embargo, también denuncian que contara con un bonus anual de 500.000 euros si el equipo conseguía la permanencia y con un blindaje de 1,5 millones de euros en caso de abandonar el club, ya sea por despido o incluso por dimisión.

En la misma argumentación se señaló a Shatat, que su salario ascendió a 200.000 euros y 1,4 millones de euros de indemnización. O a Manuel Novo, director general adjunto con unos bonus e indemnización similares a Casado. Joaquín Jofre, asesor jurídico, también tendría un blindaje de 300.000 euros, aunque continúa en el club.

Además, denuncian la creación de una cuenta corriente en Deutsche Bank paralela a la del Málaga CF, a la que sólo tenían acceso los altos directivos del club con el supuesto desconocimiento de los servicios financieros de la entidad.

Por su parte, la parte demandante intentó exponer que Moayad Shatat fue el que firmó todos esos contratos. «Si todo lo que exponen es cierto el club viviría una realidad kafkiana. El jeque Al-Thani le otorga poderes a Shatat. Y la firma de la carta de despido es muy similar que la de la venta a los fondos de inversión», dijo el letrado de Casado.

Los hijos del jeque y Kabchi. Arremetieron con dureza contra los hijos del jeque, que según esgrimieron pasaron gastos, supuestamente, a la caja del club por importe de 1,2 millones de euros en facturas de un viaje a Los Ángeles. Según los testigos, el club costea el mantenimiento de la casa de la familia Al-Thani -que ronda los 5.000 euros mensuales-, además de otros gastos particulares. El club justifica estos gastos como unos créditos que serán devueltos. En total, la cuantía asciende a 2,8 millones en unos préstamos a la empresa NAS Football, perteneciente al jeque.

En esta situación se basa también la defensa de Casado para argumentar que hay una caja única entre empresas, algo desmentido por el responsable financiero del Málaga CF, Roberto Cano.

Otro de los puntos candentes fue el concerniente a los fondos de inversión y a la venta de los derechos federativos de varios jugadores a la empresa panameña de Edmundo Kabchi. Una medida muy criticada que había encontrado la desaprobación incluso dentro del club, ya que el asesor jurídico desaconsejó dicha operación a los directivos malaguistas. Habría sido Shatat supuestamente el que tomó la decisión de vender la mitad de los derechos de jugadores como Darder, Camacho o Samu Castillejo por un montante de 5,5 millones. Uno de los puntos conocidos ayer sobre los fondos es que el propio Kabchi podía cambiar en 2017 las condiciones de compra de un jugador a otro a su gusto, e incluso en el momento de lesión grave. Además, se redactó y gestó otra venta conjunta de derechos de Juanmi, Zalazar y Ontiveros que finalmente se paralizó por las recomendaciones internas del club.

Estos son algunos de los puntos más reseñables que ayer salieron a la luz durante el juicio, pero no fueron los únicos.