Los jugadores del Málaga CF se mostraron muy descontentos con el árbitro murciano Sánchez Martínez, que ayer fue el encargado de pitar el Málaga-Athletic. Pesos pesados del vestuario como Camacho mostraron su indignación, ya no sólo por el arbitraje en sí, sino también por el trato recibido por parte del trencilla. «Los árbitros van a su bola. Piden respeto y tienen que respetar también a los jugadores. Somos personas», dijo en maño en declaraciones a las cámaras de televisión tras el duelo.

Por su parte, Miguel Torres, que vio una amarilla muy rigurosa, también dio su opinión en zona mixta. «Es difícil jugar con un arbitraje así. Somos dos equipos que intentamos jugar al fútbol y nunca vamos a hacer daño».