El Atlético Malagueño no mereció perder en el feudo del Castellón. A pesar de encajar dos tempraneras dianas, ambas al contragolpe, después del descanso consiguió reabrir la eliminatoria con un valioso tanto de Mula. Más de 10.000 aficionados vieron cómo los locales fueron de más a menos.

Los canteranos malaguistas se encontraron con un rápido revés en su sueño de arañar de Castalia un resultado positivo. En un rápido contragolpe, Raúl Fabiani puso a prueba al meta Aarón y en la segunda jugada conectó con Ebwelle para que el camerunés adelantara a los locales.

El conjunto dirigido por Ruano no perdió el sitio y mantuvo el dominio del esférico. Pero en ese diagrama, los arietes albinegros se movían como pez en el agua. En el minuto 25, después de que Fabiani ya hubiese intentado encarar por segunda vez al portero visitante, Ebwelle sí que acertó ante el arco malaguista.

Era un duro mazazo para un equipo joven que apenas se ha visto esta temporada con dos dianas en contra y en un espacio tan breve de tiempo entre una y otra. No obstante, la escuadra blanquiazul salió mucho más incisiva en la segunda mitad.

Después de varios avisos, una acción de Kuki Zalazar hasta la línea de fondo fue culminada por Mula con un disparo raso que supuso el 2-1. Restaba media hora de juego y la eliminatoria quedaba de nuevo abierta. Además, sólo cuatro minutos más tarde vería la amarilla el local Fabiani, que de esta forma se perderá la vuelta en Málaga.

Ruano movió el banquillo en el minuto 71, para darle descanso a Cassano y poner sobre el tapete a Torras. Justo en la siguiente acción, Ontiveros estuvo a punto de empatar el partido a raíz del error de uno de los dos centrales castelloneses.

El duelo encaró su recta final con pocas opciones de gol. A falta de diez minutos para el descuento, los visitantes Zelu y Pedro entraron por Mula y Kuki, los protagonistas del segundo tanto. Sólo tres minutos más tarde volvió el peligro, puesto que Campos tuvo que intervenir de nuevo para interceptar un magnífico zapatazo lejano del marbellí Javi Ontiveros. El juego se enfriaría ya definitivamente para dejar todo por decidir para la vuelta de esta segunda de las tres eliminatorias que conducen a Segunda B.

La expedición malaguista, que contó con el apoyo desde la grada del técnico del primer equipo, Juande Ramos, el director técnico del club, Francesc Arnau, o del consejero delegado Abdallah Ben Barek, regresó a la Costa del Sol con el mal sabor de boca de haber podido alcanzar un más que merecido empate a dos.

Los canteranos llevaron siempre el peso del esférico, prácticamente de principio a fin, y también impusieron en muchas fases una superioridad técnica. En los últimos instantes, además, demostraron un mayor fondo físico frente a una escuadra albinegra a la que se le hizo muy larga la segunda mitad.