El jeque Al-Thani abandonó ayer a primera hora de la mañana Málaga con destino a Catar. Como estaba previsto, el sheikh se ha trasladado a su tierra para pasar allí el mes del Ramadán, que arranca el próximo lunes 6 y que se prolongará hasta el 6 de julio.

Al-Thani puso punto final a 26 días frenéticos, que arrancaron en Vigo el pasado 8 de mayo -jugaba allí ese día el Málaga contra el Celta- y en los que el propietario del club no ha parado de tomar decisiones de presente y de futuro para la entidad de Martiricos.

Tras casi dos años de ausencia de la capital de la Costa del Sol, el jeque volvió a Málaga con la intención de ejercer de presidente y así lo ha hecho con las instituciones, reordenando el organigrama del club, asistiendo a casi todos los eventos organizados por el Málaga CF en estas últimas cuatro semanas e incluso ofreciendo una rueda de prensa a los medios, aunque sin admitir preguntas de los periodistas que abarrotaron el día 19 la sala de prensa Juan Cortés del estadio de Martiricos.

Lo cierto es que la imagen del jeque ha salido muy fortalecida tras estos últimos 26 días. Y eso que algunas decisiones que ha tomado han supuesto la salida del club de personas involucradas en el día a día de la entidad.

La primera decisión de Al-Thani fue prescindir de Fernando Garrido como director de Comunicación del club, solo dos días después de aterrizar en España. Su marcha no fue el único cambio en el organigrama. Solo unos días después era apartado de su cargo de coordinador de La Academia Vicente Valcarce, exjugador albiceleste y exdelegado. Quizás ésta ha sido la decisión más dolorosa de las tomadas por el jeque en estos días.

Al-Thani prescindió -sin aviso oficial alguno- de la gallega Belén Álvarez, que ya no es representante del club ante las instituciones. Curioso el caso de esta periodista viguesa que incluso sonó días antes como sustituta de Garrido y que ostentaba ese «cargo» de representante ante las instituciones desde el 8 de marzo. «Seré los ojos, los oídos y la voz del jeque» había declarado Álvarez en una entrevista a Faro de Vigo hace poco más de un mes.

Pedro González Segura y su equipo de abogados tampoco gestiona ni negocia ya nada en nombre del club. La decisión del jeque es que sus únicas atribuciones a partir de ahora sean las de ocuparse de las cuestiones judiciales pendientes.

El último que «cayó» fue Ahmed Al Rajhi, hombre de confianza del jeque. Vía Twitter, como en tantas otras ocasiones, el jeque fue claro: «Ahmed Al-Rajhi no tiene ningún cargo y no representa al club».

Además de la reorganización del organigrama, en el que por cierto ha habido salidas, pero no incorporaciones, el jeque ha aprovechado estas casi cuatro semanas en Málaga para reunirse con las tres instituciones: Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía, con los que ha tratado cuestiones relativas a la construcción de La Academia, el Estadio de Atletismo -en el que se entrena el equipo habitualmente- y también el convenio del uso de La Rosaleda, propiedad de las tres instituciones.

Quizás el peor momento que ha vivido el jeque estos día en Málaga fue el anuncio oficial de que Javi Gracia dejaba el club para firmar por el Rubin Kazan ruso. El sheikh siempre apostó fuerte por el navarro, incluso en los peores momentos de la temporada, pero el de Pamplona recibió una oferta demasiado tentadora como para renunciar a la aventura kazana.

Eso si, el club reaccionó pronto con la contratación por tres temporadas de Juande Ramos, en cuya puesta de largo estuvo presente Al-Thani, en un claro síntoma de apoyo total al nuevo técnico.

El punto álgido de su presencia en Málaga fue sin duda la comparecencia de prensa que tuvo junto a su hijos el pasado jueves, día 19. Aquel día no admitió preguntas de los medios de comunicación, pero sorprendió anunciando la recompra de los derechos de Ignacio Camacho al fondo de inversión al que se los había vendido en 2014. Un golpe de efecto con el que se ganó al malaguismo.

Su última decisión, solo un par de días antes de su marcha, ha sido más controvertida: declarar «espacio sin humos» La Rosaleda. Una decisión que no ha gustado a todos.

El jeque Al-Thani está ya en Catar. Allí espera el mes del Ramadán. Si no hay cambio de planes, nada más cumplir con sus obligaciones religiosas, regresará a Málaga. Quedan muchas cosas todavía por hacer.