Martes, 21 de junio y la única cara nueva en el Málaga CF a estas alturas es la de Juande Ramos. Posiblemente habrá algún que otro aficionado malaguista más nervioso de la cuenta, sin fichajes oficiales y con cierto oscurantismo en los movimientos veraniegos. Pero lo cierto es que la sala de máquinas blanquiazul está a pleno rendimiento y más pronto que tarde se irán oficializando fichajes, renovaciones y salidas que también están por concretarse.

Para tranquilidad del malaguismo hay que decir que ya hay cuatro nombres que están cerrados y que están a expensas de oficialidad. Jony y Michael Santos son de sobra conocidos desde febrero, pero aún no han posado con la elástica blanquiazul. Los últimos movimientos de Arnau estos días han dado sus frutos y otros dos nombres están ya en la bandeja de entrada. Keko y Sandro son los elegidos, aunque el interés por ambos ya se gestó en enero, cuando Juande no era ni un pensamiento calenturiento en una tarde de primavera para el malaguismo. El mercado francés también tiene visos de dar sus frutos más pronto que tarde. Una apuesta por una Liga que ya se llevó a cabo con buen resultado tiempo atrás con la portuguesa.

La cuestión es saber si el Málaga que está por venir es realmente el Málaga que aspira a Europa -como apuntó Juande Ramos en su presentación- o si sigue siendo el Málaga que se gestó para Javi Gracia pero ahora con el manchego de entrenador. Personalmente me gustan los fichajes, hay pocos “peros” que ponerle a la gestión de Arnau por el momento. Son jugadores jóvenes, que aspiran a crecer y que han evolucionado lo suficiente en sus equipos de origen como para buscar una mejoría, un salto de calidad. Llegarán con la mirada inyectada en sangre, con ambición y con la intención de competir fuerte en este Málaga. No pretendo jugar a ser adivino, pero de partida parece una buena apuesta.

Otra cuestión es el desembolso que el Málaga ha hecho por estos jugadores. 4,5 millones por Michael Santos, 5 millones por Keko y una ficha elevada a Sandro. Sólo Jony llega gratis en un movimiento a todas luces impecable. El Málaga paga caro porque el producto nacional lo es. Y sólo el tiempo y el rendimiento de cada fichaje dirá si fue una apuesta descabellada o un acierto. Veremos...