­La plantilla blanquiazul disfrutó ayer de la primera jornada de respiro tras el triunfo en el primer amistoso estival 0-4 frente al Algeciras. Juande Ramos puso fin a una primera semana intensa de trabajo con el primer descanso de la pretemporada con el objetivo de que sus jugadores recarguen pilas y encaren con energía una nueva semana de entrenamientos para cerrar el primer bloque de preparación.

En tierras holandesas, a finales de semana, continuará la segunda parte de la pretemporada con dos amistosos y la participación en la Aachen Cup junto al Colonia y al Olympique de Marsella.

No solo se intensificará el trabajo en el tapete verde del Ciudad de Málaga, en las oficinas del club de Martiricos se buscará agilizar la «operación salida».

La plantilla del Málaga CF cuenta con un exceso de jugadores y las bajas no tardarán en producirse. Los cedidos del anterior curso, Tighadouini. Espinho, Pol Ballesté -aún no se ha incorporado al trabajo por jugar el playoff de ascenso a Segunda con el Cádiz- o Rafa de Vicente, aparecen en la rampa de salida para abandonar el primer equipo.

Los canteranos, inmersos en la pretemporada, esperan ganarse la confianza del técnico manchego, si no lo logran, su futuro seguirá ligado al Atlético Malagueño o saldrán cedidos a otros clubes.