El jugador del Málaga, Jonathan Rodríguez «Jony», dijo ayer que el Espanyol, el rival del viernes en la segunda jornada de Liga, es «un equipazo», «se ha reforzado muy bien y tiene grandísimos jugadores», por lo que será un partido «complicadísimo», aunque el asturiano aseguró que irán a su estadio a «sumar los tres puntos».

Jony, uno de los refuerzos del Málaga para esta temporada, indicó en rueda de prensa que van a ir a Cornellà-El Prat con esa «ilusión» y que «lo bueno que tiene el fútbol es que cada semana te da la opción de sacarte esa espinita clavada», tras igualar 1-1 en el debut liguero ante Osasuna al encajar un gol en la recta final del choque.

«La verdad es que tenía ganas de debutar ante nuestra afición», afirmó el centrocampista asturiano, quien admitió que con ese empate «no salió todo lo bien» que querían porque estuvieron «muy imprecisos» y la primera parte «no fue nada buena».

Añadió que el equipo no mostró «ninguna seña de identidad» de las que había ofrecido en la pretemporada y aunque mejoró en la segunda parte, no pudieron «ampliar el marcador» para amarrar el triunfo, si bien matizó que «esto acaba de empezar y hay mucho margen todavía».

El extremo zurdo, que ha llegado al Málaga desde el Sporting de Gijón, consideró que el mal estado del césped de La Rosaleda no les ayudó a practicar su juego, pues «estaba impracticable para conducir el balón», pero precisó que no debe ser una excusa porque estaba «igual de mal para los dos equipos».

Jony elogió el apoyo recibido de la afición malaguista, ya que «la gente está ilusionada» y animó «los noventa minutos» pese a que el encuentro contra el Osasuna «no fue vistoso, fue un poco tostón», pero señaló que es el comienzo de Liga, «los equipos aún no están rodados» y por ello «es normal que el juego no sea fluido».