­Ernesto Valverde considera que la visita de esta tarde a La Rosaleda para enfrentarse al Málaga «es un buen partido» para que el Athletic Club demuestre su «ambición» después de haberse colocado en la zona europea gracias a una racha de cuatro victorias consecutivas en la Liga.

«Cuando mejor estás es cuando tienes que dar una vuelta de tuerca más y demostrar la ambición que tienes para ir más arriba», dijo el técnico en la rueda de prensa que ofreció en Lezama antes del último entrenamiento previo al viaje de ayer.

Valverde tiene la «sensación» de que, a pesar de que el Málaga «no ha conseguido sumar muchos puntos en todos su partidos, ha estado igual de cerca de la victoria que de la derrota». «No está teniendo suerte, pero le veo compacto. El bloque es parecido al del año pasado, con algunos cambios pero no demasiados. La temporada anterior también empezó abajo y le costó salir, pero según avanza la temporada va hacia arriba y siempre termina bien», destacó.

El técnico, por ello, espera un partido «duro» ante un rival que «se juega mucho». «Tienen delanteros con experiencia y velocidad y me preocupa el juego entre líneas de Juanpi. Cuando entra en juego hace que corra el balón y tiene mucha imaginación. Pero sobre todo lo que más temo es su necesidad», incidió.

En relación a su equipo, Valverde señaló que tanto Beñat Etxebarria, que acabó con ligeras molestias el partido europeo del jueves frente al Rapid de Viena austriaco, como Aymeric Laporte, que sí jugó ese encuentro aunque fue duda por problemas físicos, están en condiciones de jugar en La Rosaleda.

Admitió además que, con la intención de «mostrar la mejor cara» ante el equipo de Juande Ramos, «seguramente» introducirá algún cambio en el once inicial debido a la fatiga acumulada ante el conjunto austríaco «en un partido que obligó mucho» al Athletic.

El «Txingurri» expresó su plena confianza en un Iñaki Williams que, al margen de que «pueda estar más acertado o no», es un futbolista que «da mucho» al equipo.

«Tener a un jugador que puede jugar en profundidad y quedarse solo delante del portero es una garantía», recalcó.

«No dejamos de apoyarle y esperemos que la gente tampoco. Para los debutantes la primera temporada es más sencilla porque se les perdona todo, pero la segunda es más complicada porque tienen que aprender a tener una línea regular permanentemente y a eso se está aplicando», añadió.