­ La historia no es nueva, dado el potencial que desde siempre ha mostrado el joven Kuki Zalazar, hijo del mítico José Luis Zalazar y canterano blanquiazul desde hace unos cinco años. Uruguay, país futbolero por excelencia, sueña con repatriar a la joven perla más pronto que tarde. Lo intentó hace años, cuando casi ni cumplía 15 años, pero se adelantó la selección española y por el momento continúa en las filas de la «Roja». Un punto a favor de España, aunque esa historia podría cambiar a expensas de que diera el salto definitivo con la absoluta. Un caramelo para un jugador en formación difícil de rechazar.

Kuki es considerado como uno de los valores de futuro más prometedores en el panorama nacional e incluso internacional. Ha militado en todas las categorías inferiores de la selección y estos días se encuentra concentrado en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas a las órdenes de Luis de la Fuente en unos entrenamientos de la selección española sub’19. Junto a él también está el malaguista Álex Robles.

Por el momento, Kuki es uno de los líderes en cada una de las categorías inferiores de selección española, pero en Uruguay, país en el que nació pero del que salió con sólo cinco meses de vida, sondean llamarlo para la selección sub’21, un paso previo para acudir con la celeste donde militan Luis Suárez, Cavani o Diego Godín, entre otros.

La selección charrúa sabe que adolece de grandes talentos y que su caladero no es tan amplio como otro países. Por eso está dispuesta a echar el resto. Y los cantos de sirena ya han llegado hasta el entorno del jugador, que de momento continúa fiel a España.

Además, la notable y nutrida colonia de jugadores uruguayos en el Málaga CF, con los que convive en el día a día ya que se ejercita con el primer equipo casi a diario, también están jugando su papel para intentar convencer al malaguista de que se incline a jugar con la selección sudamericana. Kuki puede alternar de país hasta que debute en partido oficial con una de las dos selecciones absolutas. En ese caso ya sería definitiva su elección.

«Estoy muy orgulloso de haber nacido en Uruguay, pero me siento español y España va a ser mi selección para toda la vida», admitió el jugador en declaraciones recogidas por el diario As meses atrás. «La selección representa un orgullo para mí. Desde chico quería jugar con España, aunque nací en Uruguay y podría haberlo hecho allí. La primera vez que me llamaron fue un subidón y estoy muy alegre de encontrarme aquí. En estas concentraciones conoces a los jugadores de los demás equipos que son muy buenos. Es un placer coincidir con mis compañeros, creo que te hacen mejor», dijo también en una entrevista a la web de la Real Federación Española de Fútbol. «Llegar a Primera división es mi sueño, alcanzar la profesionalidad y conseguir disputar un Mundial algún día sería lo máximo», reiteró.

El talentoso canterano, que aún no ha sido convocado por Juande Ramos -Ontiveros, Luis Muñoz o En-Nesyri, que son de su camada, sí lo han sido- milita en el filial en Tercera División, una categoría que casi ningún compañero suyo en la selección española ya frecuenta. Eso sí, su papel en la Youth League con el Málaga Juvenil está siendo seguido muy de cerca por muchos. En cualquier caso, el canterano está bien atado como ya publicó este periódico días atrás y tiene contrato hasta 2020 y una cláusula que ronda los 3 millones.