La historia aguarda hoy al Málaga CF en el Vicente Calderón, la que ha sido la casa del Atlético de Madrid durante los últimos 50 años. El estadio rojiblanco pasará a ser a partir del próximo año La Peineta, por lo que el conjunto blanquiazul disputará su último partido en el coso colchonero -salvo que la suerte cruce a ambos equipos en Copa del Rey-. Y el conjunto de Juande Ramos quiere despedirse a lo grande, con una magnífica puesta en escena y, a poder ser, con un resultado que luzca con el paso de los años. Quiere dejar huella para que el resultado no caiga en el olvido entre meras estadísticas, sino para que sea recordado con prestigio como el último partido en el Calderón.

La visita a Madrid, por lo tanto, gana enjundia y todo ello aderezado por la dulce resaca que aún permanece tras la goleada del pasado domingo ante el Leganés (4-0), donde los de Juande desataron todo su fútbol contenido en el arranque de Liga. Un resultado abultado y quizás más generoso de lo que el encuentro fue en sí, pero que ha servido para elevar la moral de la tropa malaguista.

Porque si hay un problema que ha enturbiado la dulce semana blanquiazul ése han sido las lesiones. Hasta siete bajas acumula ya el Málaga CF y algunas de gravedad, lo que impide que evolucionen poco a poco los lesionados. Weligton, Charles, Keko, Recio, Kuzmanovic, Llorente y Miguel Torres llenan la enfermería a estas horas. Y suerte que no está con ellos Bakary Koné, que ha estado renqueante toda la semana pero que ha entrado a última hora para intentar jugar en el Calderón. Un paso que se sabrá de manera definitiva minutos antes de arrancar el encuentro, después de ser sometido a algunas pruebas al respecto.

Por lo tanto, el único cambio en la convocatoria una semana después es Juanpi -que vuelve tras cumplir sanción- por Kuzmanovic -que cayó lesionado-. El resto son los mismos y el once podría también ser similar al del día del Leganés, aunque Pablo iría al centro del campo y Juanpi a la mediapunta.

Es cierto que este Málaga parece un equipo de circunstancias, pero ante la adversidad este equipo siempre ha dado un paso al frente. Lo ha hecho durante el campeonato cuando ha tenido el resultado en contra -ha remontado dos partidos y ha conseguido igualar tras ir detrás en el marcador varios encuentros- y también cuando las lesiones lo han lastrado. Es por ello que aunque en teoría acuda al Vicente Calderón con el cartel de víctima, no se le puede dar por muerto.

Porque el Atlético es un equipo temible que sólo ha hincado la rodilla este año la semana pasada contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. La versión más mejorada del conjunto del Cholo Simeone mantiene la esencia de ser un equipo rocoso y casi impenetrable, pero ahora aunada a la calidad de algunas de sus estrellas.

Parece casi imposible sorprender dos jornadas consecutivas a este Atlético de Madrid, pero el Málaga de Juande está dispuesto a hacerlo. Siempre y cuando también no se lo impidan intentarlo, como ya sucedió el curso pasado...

Koke es baja sensible en los rojiblancos, que contarán con el joven Saúl en su posición. Carrasco y Gaitán por las alas llevarán el peligro que Griezmann y Gameiro ya aglutinan desde el inicio. Será un duelo y un escenario para intentar disfrutar.