El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol castigó ayer con dos partidos de sanción a los malaguistas Diego Llorente y Juankar Pérez tras sus expulsiones, ambas por cartulina roja directa, señaladas por el colegiado De Burgos Bengoetxea en el encuentro del pasado fin de semana entre el FC Barcelona y el Málaga CF en el Camp Nou. A Llorente, por la aplicación del artículo 123.2 del Código Disciplinario de la RFEF, y a Juankar, por el artículo 117.

Sin embargo, el club tiene previsto recurrir la sanción al zaguero madrileño ante el Comité de Apelación para intentar rebajar al menos a un partido el castigo. El club entiende que la sanción es excesiva y luchará para intentar que se reduzca. Y es que la tarjeta roja a Llorente ha sido castigada con dos partidos de sanción por el artículo 123.2 Código Disciplinario RFEF. ¿Y qué es lo que dice ese artículo? Se refiere, en su epígrafe a la «Violencia en el juego» y tiene sólo dos apartados. Pero es en el primero donde se detalla el caso a tener en cuenta: «Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».

En cuanto a la cartulina roja directa a Juankar, por pedirle al árbitro que pitara el final de juego «de una puta vez», el organismo federativo le castiga con otros dos encuentros de sanción, según el artículo 17. Este epígrafe del reglamento se refiere a «Actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros, directivos o autoridades deportivas», y detalla: «Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».

O sea que, a Juankar le cae el menor de los castigos, teniendo en cuenta que su frase al colegiado del encuentro, el árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea, se le ha tenido en cuenta como un «menosprecio o desconsideración», aunque no existe insulto, y sí la utilización de una palabra malsonante. El club entiende que esta acción es menos «recurrible» y no intentará rebajarla.

Además, también se refleja en el acta del día del Comité de Competición una amonestación por falta técnica al entrenador del Málaga, Juande Ramos, que el colegiado apuntó en el minuto 85 por «salirse del área técnica», algo que el técnico del FC Barcelona, Luis Enrique Martínez, hizo en infinidad de ocasiones también.