Carlos Kameni alcanzará este domingo en Mestalla una bonita gesta malaguista. El guardameta blanquiazul, que llegó en enero de 2012 a Martiricos desde el Espanyol, cumplirá en Valencia los cien partidos oficiales con la elástica malaguista. Una efeméride que quizás se ha dilatado en el tiempo, pero que le llega al meta camerunés en uno de sus mejores momentos en la Costa del Sol.

Kameni es un hombre de club y ha decidido echar raíces en el Málaga CF. A sus 32 años el portero tiene una dilatada experiencia en Primera División, donde suma un total de 313 partidos en la elite, pero como blanquiazul sólo cumple 99 partidos oficiales y repartidos en diferentes competiciones.

El camerunés ha jugado con el Málaga CF 91 partidos en Primera División; 7 en Copa del Rey; y uno en Liga de Campeones, donde ha encajado un total de 124 goles. En Mestalla, ante el Valencia, redondeará la cifra de cien partidos de malaguista y espera cumplirlos con una buena actuación.

«Charly», como es cariñosamente conocido en el vestuario, debutó como jugador del Málaga CF el 25 de marzo de 2012 precisamente en la que hasta entonces había sido su casa, ante el RCD Espanyol en Cornellá-El Prat. El meta entró a los 34 minutos de juego por lesión de Caballero. Acabó ese curso con nueve partidos disputados en un año clave para colarse en la Champions.

Su competencia con Willy Caballero en la portería lo dejó en la sombra durante varios años, pero el meta no alzó nunca la voz. Aguantó estoicamente con Pellegrini e incluso con Schuster hasta que le llegó su oportunidad, cuando Caballero salió vendido al Manchester City en el verano de 2014.

Entonces el Málaga fichó a Memo Ochoa tras un gran Mundial en Brasil. Todo hacía indicar que el camerunés seguiría en un segundo plano, pero Kameni convenció ese verano a Javi Gracia, que le dio la titularidad en los dos años siguientes.

Ahí Kameni comenzó a fraguar su leyenda. Pese a que ya tenía el cariño de la afición blanquiazul, el meta comenzó a demostrar que su presencia en Málaga estaba justificada. Favorecido por el sistema defensivo de Gracia y crecido por sus buenas actuaciones, cerró estas dos temporadas con registros memorables, siendo uno de los menos goleados en la historia blanquiazul -encajó la temporada pasada sólo 25 goles en 28 partidos-.

Ahora, con Juande Ramos, Kameni sigue de titular pese a que Boyko demostró el pasado miércoles en Córdoba que también es una opción de garantías. Pero el camerunés se ha hecho dueño y señor de la meta blanquiazul y espera brindar en Mestalla por su centenario con una victoria necesaria.