Abdullah Bin Nasser Al-Thani, presidente y propietario del Málaga, encendió ayer al malaguismo con el anuncio de la dimisión de Juande Ramos como técnico del Málaga, una situación que ya se ha repetido en otras ocasiones. Sin ir más lejos, igual que el pasado 30 de agosto con la posteriormente fallida marcha de Ignacio Camacho al West Bromwich Albion inglés.

El modus operandi del jeque fue similar. Sin mediar palabra y ante el estupor de todo el malaguismo, el catarí se despidió de Camacho y dio por hecha su salida del Málaga CF rumbo a la Premier. «La verdad sobre Camacho. Él me ha pedido que le deje marcharse y yo respeto su decisión».

La bomba estalló por todo lo alto, el máximo responsable del club confirmaba la salida de su jugador franquicia ante la sorpresa de los trabajadores del club. Finalmente, Camacho no se marchó del Málaga por falta de entendimiento entre el Málaga y el WBA en las cantidades de su traspaso, y el futbolista se vio obligado a ofrecer una rueda de prensa para explicar la situación.

En el caso de Juande Ramos, parece complicado que tras el anuncio del jeque se pueda repetir la historia y que el técnico manchego continúe al frente del Málaga tras los acontecimientos de ayer, pero lo cierto es que cualquier cosa puede suceder si por medio está el jeque Al-Thani y su cuenta oficial de la red social de los 140 caracteres.