El Málaga CF ya negocia con Óscar García Junyent para que sea el sucesor de Juande Ramos en el banquillo malaguista. El técnico catalán es el elegido por la dirección deportiva entre una larga lista, aunque al mismo tiempo se trata del más complicado al tener contrato en vigor con el Red Bull Salzburgo, equipo de la Primera División austriaca.

Así, fuentes de la negociación han asegurado a este periódico que los contactos ya se han producido y que la intención de ambas partes es positiva, aunque falta el escollo importante del equipo austriaco para que la negociación fructifique y se convierta en el nuevo entrenador blanquiazul.

Pero no sólo eso. Una vez que el Málaga consiga cerrar al entrenador, tiene que ser el jeque Al-Thani el que dé el ok definitivo a su fichaje, una operación que podría incluir un montante económico para indemnizar al Red Bull Salzburg, ya que Óscar tiene contrato allí hasta 2018.

Porque la forma de proceder del Málaga no es la de un club «normal». Su funcionamiento interno es especial al tener un dueño a miles de kilómetros y por el que tiene que pasar la última decisión. El jeque, además, en materia de entrenadores siempre tira por lo alto y recela de todos los nombres que no estén entre los técnicos más conocidos.

Por lo tanto, Arnau y su equipo no sólo tienen que trabajar en busca del nuevo entrenador, sino «venderlo» bien al máximo mandatario catarí para que éste dé el visto bueno a la operación.

Y es que, Óscar se ha convertido en el objetivo prioritario pese a la dificultad que entraña sacarlo de Austria. La predisposición del entrenador es máxima, vería con muy buenos ojos recalar en una plaza como Málaga y en el seno del club consideran que sus características se adaptarían como un guante a una plantilla joven y con mucho porvenir.

Y es que, la sintonía entre Arnau y Óscar es excelente. El representante del técnico catalán, José María Orobitg, es el mismo que tenía Arnau antes de colgar las botas como jugador; ambos han compartido vestuario en la cantera del FC Barcelona y tienen una visión del fútbol bastante similar.

Óscar García, de 43 años, tiene a su favor el aval de Arnau y de Manel Casanova, director de La Academia y voz con peso en el seno del club. Pero en su debe está su falta de experiencia en Primera División, donde no ha entrenado; aunque cuenta con una buena carta de presentación internacional tras dirigir en Inglaterra (Brighton y Watford) y Israel (Maccabi Tel Aviv). Desde donde dio el salto al Red Bull Salzburg para ganar una Liga austriaca y donde está muy bien considerado.