El Málaga no levanta cabeza. Tras empatar en el feudo del colista, el conjunto blanquiazul volvió a caer derrotado en casa ante un Espanyol que solo necesitó un tiro lejano de Piatti para ganar el choque. El Gato Romero suma ya cinco partido en el banquillo y aún no ha conseguido ganar al frente del equipo, cuatro derrotas y un empate.

Parece que al Málaga le ha mirado un tuerto. Proponiendo más que su rival, siendo el único equivoque intentaba algo en ataque y lanzando 18 córners, pero ni aún así consiguió sacar algo positivo del encuentro frente a los barceloneses. Tan solo un tiro de Piatti, que botó delante de Kameni y se coló en la portería necesitaron los visitantes para llevarse tres puntos de La Rosaleda.

El partido fue muy igualado, durante todo el choque, pero la falta de pegada lastró a los del Gato Romero. La segunda parte solo tuvo un dueño, el Málaga CF, pero de nuevo pecó de falta de efectividad en los metros finales para batir a Diego López.

El final del choque fue un asedio continuo de los de Martiricos. Llegadas por uno y otro costado, centros, disparos, córners, pero a la hora de la veras, en el último pase, los malagueños erraban una y otra vez ante la desesperación del público, cada vez más impaciente con el equipo.

La situación se ha tornado muy preocupante. Desde la llegada del Gato Romero al banquillo, el equipo todavía no conoce la victoria y solo ha sumado un punto en el campo del colista. Lo único positivo es que los rivales directos por la salvación van al mismo ritmo y la distancia con e descenso se mantiene en 9 puntos, a la espera de lo que haga el Sporting de Gijón en su feudo con el Sporting. Una victoria rojiblanca encendería todas las alarmas.

Para mas inri, los blanquiazules visitan la próxima semana el Estadio de La Cerámica para medirse al Villarreal, envite muy complicado para resurgir. Toca luchar.